Detenido por entrar en canoa en el Puerto de Málaga y colarse en un buque para robar material quirúrgico

El Ratibor está intervenido por orden judicial y, de hecho, salió a subasta a principios de este año, sorteo que quedó desierto, prolongando así su estancia en aguas malagueñas, en las que amarró en el año 2015 y de las que nunca volvió a levar anclas.

Por ese motivo todos los accesos a la embarcación están correspondientemente sellados: cualquier movimiento en cubierta es ilegal si no está autorizado por el juez que lo inmovilizó, de ahí que cuando los agentes de la Policía Portuaria vieron a los jóvenes intervinieron de inmediato.

Cuando los jóvenes se vieron cercados por los agentes emprendieron la huida. Al parecer, uno de ellos se montó en la tabla de surf, el otro en el 'kayak', mientras que los cinco restantes comenzaron a nadar en dirección a la playa de San Andrés. Fuentes portuarias indican a SUR que los agentes pidieron apoyo de la Policía Local, que se sumaron a la persecución cuando los efectivos del puerto estaban persiguiendo a pie a varios de los sospechosos cuando salían del agua.

En este momento, según fuentes consultadas, un grupo de jóvenes al parecer sin relación con los huidos, rodearon a los policías portuarios para dificultar su actuación. Tanto es así que uno de los funcionarios cayó al suelo cuando perseguía de nuevo a uno de los sospechosos cuando un bañista le puso la zancadilla –el joven también fue identificado por su interferencia en la actuación policial–.

Tras varios minutos de búsqueda, los policías locales y los portuarios dieron con uno de los sospechosos, que fue detenido en el lugar de los hechos. El arrestado es un joven de 22 años y nacionalidad Española.

El Ratibor es un buque mercante con bandera de las Islas Cook, gestionado por una empresa rusa que fue encadenando problemas económicos en el año 2015, fecha en la que recaló en Málaga por motivos técnicos. El Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Cádiz dictó la enajenación mediante subasta pública del buque en un auto firmado en septiembre de 2019, como resolución de un largo conflicto judicial enmarcado en la bancarrota de la compañía.

La embarcación fue construida en el año 1965 y tiene 47 metros de eslora, según la información contenida en el pliego de condiciones de la primera subasta pública gestionada por el Puerto de Málaga. El precio base de la licitación de este concurso público que quedó desierto fue de 180.000 euros, valor tasado por la Capitanía Marítima de Málaga tras analizar las características de la embarcación, que se vende libre de cargas, ya que, pese a su bandera, no consta en el Registro Marítimo de las Islas Cook.