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Era la segunda vez que se presentaba en su casa. El primer día llegó entre gritos y amenazas, y 24 repitió su visita y convenció a su exnovia de que bajara a la calle. Él, de 37 años, tenía una orden de alejamiento sobre ella, de 42, por malos tratos. El hombre quería que ella retirase los cargos contra él y así deshacerse de la pulsera telemática que controlaba su ubicación en todo momento. Según las fuentes consultadas, el joven sacó un cuchillo y amenazó de muerte a su expareja si no iba as u casa. Fue detenido en La Palmilla y el juez ha decretado su ingreso en prisión preventiva a la espera de juicio.
Los hechos ocurrieron a principios de esta semana. Durante la madrugada del lunes el hombre se presentó en casa de la víctima y, según describe el la Fiscalía, comenzó a proferir gritos e insultos a través de la puerta: «Puta, guarra, quítame la denuncia, quítame la pulsera». Al día siguiente consiguió que su expareja bajase a la calle y allí, presuntamente, «la cogió del brazo» y le mostró un cuchillo «con intención de amedrentarla», como recoge el fiscal: «Si no vienes a mi casa te mato, te juro que te mato».
En un momento dado del trayecto entre el domicilio de ella (ubicado en otra barriada) y el de él, la víctima vio un local abierto y se introdujo en su interior para pedir auxilio. Según las fuentes consultadas, quienes se encontraban en el interior del establecimiento plantaron cara al agresor, que se quedó en la puerta profiriendo gritos y amenazas a la vista de numerosos testigos que avisaron a Emergencias. Agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar de los hechos y arrestaron al individuo.
Según las fuentes consultadas por SUR, las alertas llegaron a la sala de la Policía a través del 112, teléfono al que un vecino alertó de que había una mujer pidiendo auxilio ante las amenazas de un hombre. Una patrulla llegó hasta el local y se entrevistó con la víctima, que les relató los hechos acompañada de los testigos. Con la descripción del atacante dieron una batida por la zona y lo encontraron en las inmediaciones. Según ha podido saber este diario, el sujeto se resistió de forma activa a la actuación de los agentes: los amenazó y lanzó patadas contra ellos y contra el vehículo.
En su escrito provisional, el Ministerio Fiscal califica estos hechos de un delito continuado de quebrantamiento de condena y otro de amenazas, ambos agravados por la circunstancia mixta de parentesco.
Tras la detención, a la llegada del juicio rápido, la Fiscalía propuso una pena tres años de privación de libertad –uno por el quebrantamiento de condena y dos por las amenazas–. Según fuentes judiciales, el detenido no aceptó la pena propuesta y los hechos quedaron a la espera de juicio, pero el juez lo envió a prisión preventiva. De igual manera solicitaba una nueva orden de alejamiento de cinco años de duración.
Estos hechos se produjeron prácticamente a la vez que otro episodio de violencia de género registrado en la barriada de Pueblo Nuevo, en Vélez-Málaga. Un hombre fue detenido por agredir y amenazar a su pareja y disparar contra la fachada de un familiar. En las inmediaciones la Policía localizó varias vainas e impactos de un arma de fuego en uno de los inmuebles.
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