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Sábado por la noche. Los locales de ocio nocturno llenos de grupos de amigos que piden una copa tras otra. Agentes de paisano de la unidad adscrita al Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local se dirigen a un bar para amonestar ... a su propietaria por exceso de ruido y, mientras están realizando las gestiones, les llama la atención la actitud de una mujer que acaba de entrar y ronda los 60 años.
Los efectivos continúan a lo suyo pero, en un momento, observan cómo esta mujer introduce la mano en su bolso y saca de su interior una papelina para, presuntamente, ofrecerla de forma disimulada a otra persona que estaba tras de la barra.
Sucedió en la madrugada del pasado 24 de julio, en un bar de la calle Carretería, en pleno Centro de Málaga capital. Los funcionarios, al percatarse de lo sucedido se acercaron a la sospechosa, se identificaron como policías y le pidieron que entregase la bolsita pequeña.
Según pudo saber Diario SUR, en ese momento, la mujer cambió primero la papelina de mano para, a continuación, tirar la sustancia al suelo. Supuestamente, estaba vendiendo cocaína, según comprobaron los agentes al recoger la sustancia del suelo.
Al registrar el bolso, descubrieron que portaba varias bolsitas de esta sustancia y trozos de hachís y marihuana repartidos en pequeñas dosis que estaban ya preparadas para la distribución. En el cacheo que le realizó una funcionaria policial le encontraron también otra bolsa de mayor tamaño que también contenía cocaína y la guardaba en su ropa interior.
Por si no eran suficientes evidencias, mientras los efectivos estaban interviniendo, se percataron de que varias personas entran al bar y preguntaban directamente por la sospechosa, a la que ya conocían por su nombre, por lo que los policías llegaron a la conclusión de que la mujer habría establecido en el bar un punto de venta de droga.
La investigada acabó confesando a los agentes que tenía más mercancía en su vivienda, y les indicó que estaba dispuesta a entregarla de forma voluntaria, por lo que una patrulla se termina desplazando a su domicilio. Tras conseguir una orden judicial de entrada, se halló en su casa cerca de 250 gramos de cocaína.
La mujer, finalmente, quedó detenida como presunta responsable de un delito contra la salud pública.
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