![Un año después, Sierra Bermeja recuerda a Carlos Martínez Haro](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202209/10/media/cortadas/sierrabermejabrotes-RZsJku3Lb5OJFObVvd13RqK-1248x770@Diario%20Sur.jpg)
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DAVID LERMA
Estepona
Domingo, 11 de septiembre 2022, 00:06
Hace un año, Sierra Bermeja ardió durante 46 días. Todo comenzó el 8 de septiembre a las 21:00 horas cuando se avistaron dos focos en el término municipal de Genalguacil, que será el más afectado por el primer incendio de sexta generación ocurrido en la provincia de Málaga. Tras un primer momento de desconcierto, el Infoca informa de que las llamas afectan también a Estepona y Jumilla. Todo sucede muy rápido. Ya de madrugada, el 9 de septiembre, se activa el nivel 1 del Plan Especial de Incendio Forestal. Cruz Roja, a través de la concejalía de Protección Civil de Estepona, comienza a alojar a los primeros desplazados en el pabellón deportivo El Carmen.
Carlos Martínez Haro, agente forestal desplazado desde Almería con el retén 114 de las Dalías, batía por la tarde un pinar con sus compañeros, no muy lejos de la carretera que conduce a Peñas Blancas, cerca del Monumento al Ciclista. El fuego amenazaba con envolverlos. Las cortezas de los pinos comenzaron a estallar, tal era la agresividad del frente de llamas al que se estaban enfrentando. El jefe de grupo, José Carlos Rubio, ordena retroceder hasta un cortafuegos para mantenerlos a salvo. En ese lapso, Carlos pierde contacto visual con su retén y es rodeado por el fuego. Minutos después sus compañeros consiguen recuperar su cuerpo, ya sin vida.
El incendio se descontrola. Bajo las cenizas, la biomasa forestal de Sierra Bermeja, que en algunos puntos alcanza hasta los dos metros de profundidad, arde como un ascua. El que lo prendió sabía lo que lo hacía. En algunos puntos, aparecen chimeneas dispersas que indican que la turba se ha convertido en brasa. La mañana del 10 de septiembre se declara el nivel 2 del Plan Especial de Incendio Forestal. Sopla un fuerte viento de levante, lo que complica aún más los trabajos de extinción. Por la tarde, vuelve a cerrarse al tráfico la autovía A7. Más de 1.000 personas son desalojadas. Los siguientes días serán un infierno en la Tierra para los vecinos de Genalguacil.
Los medios desplazados hasta Sierra Bermeja, hasta 1.100 efectivos en los momentos de mayor intensidad, trabajaron sin descanso. Allí se encontraron, apoyando al Infoca, la Unidad Militar de Emergencia, los bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y otros puntos de España, y la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales, esta última a cargo del Ministerio de Transición Ecológica. En algunos momentos, tuvieron que enfrentarse a pirocúmulos que escupían fuego de un punto a otro de la densa masa vegetal, creando nuevos focos y formando su propio y devastador microclima. Según efectivos de bomberos, la falta de mantenimiento de las vías forestales complicó aún más los trabajos en la abrupta orografía de Sierra Bermeja. El 14 de septiembre, gracias en parte a la lluvia, se dio por controlado. Más de 3.000 personas fueron desalojadas en los días siguientes. Las semanas se fueron sucediendo y las noticias en los medios se volvieron rutinarias.
El 24 de octubre se dio por extinguido. Según los datos oficiales más recientes de la Junta de Andalucía, Estepona fue el municipio más afectado con 4.209 hectáreas calcinadas. Al paso de la Vuelta Ciclista el 1 de septiembre de este año, que subió a Los Reales, el panorama era desolador. El olor a carbón quemado aún persistía. En Casares, Jubrique y Genalguacil ardieron más de 1.000 hectáreas, respectivamente. El incendio también alcanzó Faraján, Júzcar y Benahavís. En algunos momentos de entonces, cundió la inquietud de que llegara a Marbella. En total, 9.500 hectáreas, que afectaron a explotaciones agrarias y a especies de alto valor ecológico, como el millar de pinsapos perdidos, asegura la plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional. Las investigaciones del Seprona no son aún concluyentes, pero apuntan a una «etiología intencional», según la Fiscalía General del Estado.
La vegetación de Sierra Bermeja es pirófila, lo que quiere decir que está muy adaptada a estos acontecimientos. Volverá a resurgir, como lo hizo tras el incendio de 1991, aunque los expertos aseguran que tardará veinte años en recuperarse. El pasado viernes, compañeros del Infoca mantuvieron un minuto de silencio allí donde cayó Carlos Martínez Haro. Una escultura en su honor pronto podrá verse en Los Reales. Allí ya pueden contemplarse algunos brotes, pero si no se trabaja en un mismo afán, el fuego volverá. Ya lo hizo este verano.
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