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Ruido de explosiones, chispazos, fuego y algo de susto. Eso es lo que vivieron este sábado por la noche varios centenares de personas en El Balneario, donde un cortocircuito obligó a desalojar el restaurante en un incidente que a pesar de lo aparatoso se ha saldado sin daños personales y «muy pocos materiales», tal como relata a SUR su propietario, José Luis Ramos.
Al parecer y según las primeras pesquisas, el problema se produjo en un cableado del restaurante, pero no del cuadro de luces, que sí hubiera sido más grave. Tras comenzar las explosiones -y ayudados por un policía de paisano que estaba cenando- los clientes han ido saliendo al tiempo que los empleados intentaban apagar las llamas.
Unos minutos más tarde llegaron los bomberos, que rápidamente las han sofocado sin que el fuego alcanzara ni un solo trozo de madera. De hecho, la intención del restaurante es abrir este mismo domingo una vez se solucionen los problemas eléctricos.
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