Culpable de estrangular a su pareja en Rincón de la Victoria y quemar su cadáver

El procesado declaró que la muerte fue accidental y que se produjo en el transcurso de unas prácticas sexuales sadomasoquistas con una cuerda, versión a la que el jurado popular no ha dado crédito, apoyándose en los informes técnicos y los testimonios de los peritos para concluir que se trató de homicidio doloso.

El crimen de Oxana sucedió el 2 de agosto de 2021, cuando el procesado inició una fuerte discusión con Oxana a causa de sus celos, apunta el Ministerio Público. En el transcurso de la pelea, el hombre presuntamente comenzó a forcejear con la perjudicada y, movido por un «especial desprecio» hacia ella «dada su condición de mujer», agarró un trozo de cuerda de nailon y rodeó con la misma su cuello. La estranguló hasta que la mató, como también sostiene la acusación particular, ejercida por los letrados Antonio José García y Guzel Zamaltdinova, de Garzalex Abogados.

Luego, intentó deshacerse del cadáver. De acuerdo con la Fiscalía, el investigado introdujo el cuerpo de la mujer en una manta en un carro de la compra y trató de ocultarlo bajo cajas de cartón. Así, supuestamente, lo sacó del domicilio y trasladó hasta el aparcamiento de la vivienda. A continuación, siempre según la versión acusatoria, lo introdujo en el maletero de su automóvil.

Presuntamente, el hombre condujo unos 40 minutos hasta llegar a un paraje rural próximo al camino de la fábrica de Maro, en el término municipal de Nerja. Ahí, al parecer, extrajo el cadáver del coche y le prendió fuego empleando unos botes de alcohol de limpieza que habría comprado ese mismo día. Luego volvió a su domicilio.

A su llegada se encontró con el despliegue de la Guardia Civil, a la que un vecino habría alertado al verlo trasladar presuntamente el carrito en actitud sospechosa. El procesado reconoció los hechos supuestamente al pasar a disposición del Juzgado número 2 de Málaga tras su arresto y se encuentra en prisión provisional desde el 5 de agosto de 2021. En el juicio alegó que confesó por «pura vergüenza».