Criminalidad durante la pandemia: suben los intentos de homicidio y las violaciones y bajan los robos

El año pasado quedará marcado para siempre como el de la irrupción de la pandemia que cambió el mundo. El coronavirus ha transformado la realidad en la que se desenvuelve la sociedad y, por lo tanto, también la de la criminalidad, marcada entre otros aspectos por las medidas de control impuestas a los ciudadanos por las administraciones para luchar contra los contagios, entre ellas el confinamiento. Esto, sumado al buen trabajo de los policías, ha provocado que a lo largo de 2020 la delincuencia haya registrado un mínimo histórico, bajando un 16,7 por ciento en la provincia de Málaga. El total de infracciones penales ha pasado de ser 80.057 en 2019 a 66.679 el año pasado, lo que supone el dato más bajo de todas las estadísticas que el Gobierno tiene desglosadas por provincias (2012). Han caído todos los delitos relacionados con robos, aunque han crecido las violaciones y los intentos de homicidio y asesinatos.

Estos últimos casos son los que más vienen preocupando a las autoridades en los dos últimos años. En 2019, la Costa del Sol cerró el bienio más sangriento que se recuerda, con medio centenar de episodios (16 de ellos asesinatos, además de tiroteos, secuestros o apuñalamientos) vinculados al crimen organizado, hechos que muy raramente trascienden a los implicados. Incluso la Fiscalía, que no suele apellidar las estadísticas, mostró su «seria preocupación» por estos episodios.

Solo en 2019, la provincia de Málaga registró 25 casos de homicidios o asesinatos consumados. En 2020, esta cifra se ha desplomado, dándose solo siete episodios, según se recoge en el balance de criminalidad hecho público ayer por el Ministerio del Interior. Sin embargo, se han disparado estos casos en grado de tentativa, que han pasado de 22 en el ejercicio anterior a 42 a lo largo del año pasado.

Los especialistas continúan vinculando estos hechos violentos, sobre todo, con el crimen organizado y, más concretamente, con el narcotráfico y los ajustes de cuentas. A los robos de droga entre bandas de narcos y a los continuos golpes policiales, hay que sumar el hecho de que la pandemia ha provocado una mayor dificultad a la hora de traficar a gran escala, ya que los movimientos de los ciudadanos están más controlados por las autoridades. Este incremento de intentos de homicidios y asesinatos en grado de tentativa viene soportado por episodios ocurridos en Fuengirola, Marbella y Málaga capital.

También han subido en la provincia durante 2020 las violaciones, que han pasado de registrarse 42 en 2019 a 60 en el último ejercicio. Los mayores incrementos de este tipo de delincuencia se han dado en la capital (que han pasado de 12 a 21), en Vélez (de 2 a 8) y en Fuengirola (de 2 a 6).

Pero durante el primer año de la pandemia solo han aumentado los casos más graves dentro de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual, ya que el conjunto de estos han descendido un 17,5 por ciento a lo largo de 2020, respecto al mismo ejercicio del año anterior. Han pasado de 560 a 462.

Por el contrario, el resto de la criminalidad ha descendido en toda la provincia. Han caído en picado todas las modalidades de robos, tanto los cometidos con violencia e intimidación (han bajado un 30 por ciento en 2020, pasando de 1.599 en 2019 a 1.119 en el ejercicio anterior) como los perpetrados con fuerza (han pasado de 5.310 en 2019 a 4.138 en 2020, lo que implica una caída de un 22,1 por ciento).

La estadística del Gobierno destaca uno de los delitos que más preocupan dentro de esta tipología criminal, que son los asaltos en viviendas. Han bajado más de un 25 por ciento en la provincia de Málaga en 2020, respecto al ejercicio anterior (4.047 en 2019 -3.001 el año pasado).

Los especialistas achacan estos resultados al trabajo policial, pero también a la pandemia. Con las medidas establecidas para evitar la propagación del coronavirus, como las que implican el control de movimientos de los ciudadanos, estableciéndose por ejemplo un toque de queda, es más complicado moverse sin ser controlado por las autoridades.

Las medidas contra la pandemia también han implicado, durante temporadas, el cierre de los negocios. Muchos establecimientos han permanecido con la persiana bajada, por lo que los ladrones han tenido menos sitios a los que ir a robar. Esto, siempre unido a la labor de las autoridades, ha supuesto un descenso en delitos como los hurtos, por ejemplo. En la provincia de Málaga han bajado un 37,7 por ciento, pasando de 24.513 en 2019 a 15.260 en el último ejercicio.