La criminalidad aumenta un 21% en Málaga: suben las violaciones y la ciberdelincuencia

La criminalidad ha vuelto a aumentar en la provincia de Málaga, como ya venía sucediendo en los últimos años. Concretamente, el pasado año las infracciones penales experimentaron un repunte del 20,9 por ciento con respecto a las cometidas en el ejercicio anterior hasta alcanzar las 91.971, y del 14,9 por ciento si se compara con el total de los delitos cometidos en 2019, año previo a la pandemia. Si bien, en esta ocasión los que más han subido –en términos porcentuales, no totales– han sido las agresiones sexuales con penetración, los hurtos y los ciberdelitos.

Así se expone en el último balance hecho público por el Ministerio del interior, en el que se refleja que esta crecida afectó a prácticamente todas las tipologías delictivas en la provincia malagueña. Si bien, esta fue más acuciante en el caso de las violaciones, ya que se incrementaron en un 85,7 por ciento respecto al año anterior al contabilizarse un total de 91, mientras que en 2021 estas rozaron el medio centenar. De acuerdo con estas cifras, en 2022 se produjo en Málaga una media de una agresión sexual con penetración cada cinco días.

Esta subida es todavía mayor si se compara con las cifras de 2019, cuando se contabilizaron 42 violaciones, lo que implica que el aumento respecto al año anterior a la irrupción de la Covid-19 es del 116,7 por ciento. La gran mayoría de estos delitos ocurrieron en Málaga capital (33), seguido de Estepona (10) y Marbella (9), aunque también hubo casos en otros municipios como Benalmádena, Mijas, Torremolinos, Vélez-Málaga o Antequera, aunque en menor medida.

Además de agresiones sexuales con penetración, en 2022 se registraron en la provincia malagueña otros 540 casos de delitos sexuales, que abarcan desde el acoso hasta tocamientos sin consentimiento o exhibicionismo, de acuerdo con el balance del Ministerio del Interior. Estas infracciones contra la libertad sexual se vieron incrementadas en un 18,2 por ciento respecto al ejercicio anterior, cuando se dieron en total 457.

Mención especial merece también la subida de la ciberdelincuencia en Málaga. Si el año pasado esta se incrementó en un 33,8 por ciento respecto a 2021, el aumento fue todavía mayor en relación a los casos contabilizados en 2019, con una diferencia del 81,7 por ciento. Mientras que en el año anterior a la pandemia en Málaga se contabilizaron en total 6.550 casos, estos se dispararon de tal manera que en 2022 llegaron a los 11.902.

En la provincia se cometieron una media de 33 infracciones penales diarias cometidas a través de medios cibernéticos. La gran mayoría de ellas, como se recoge en el balance de criminalidad, consistieron en estafas, que incrementaron en un 84.7 por ciento hasta sumar los 10.278 casos en la provincia; es decir, casi 3.000 más que en el ejercicio anterior, y cerca del doble que los contabilizados tres años atrás.

Otro de los delitos que subieron considerablemente en Málaga son los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, que son aquellos que no llegaron a ejecutarse, pese a que existiera intencionalidad. Llama especialmente la atención el incremento experimentado en 2022 respecto al año 2019, ya que este fue del 186,4 por ciento al pasar de 22 casos a 63. Si bien, este mismo porcentaje es menor en relación a los de 2021, con un aumento del 31,3 por ciento.

Los que sí terminaron en tragedia, es decir, los consumados, experimentaron un repunte respecto al ejercicio anterior del 20 por ciento, sumando un total de 18 crímenes en 2022. Si bien, cabe resaltar que este porcentaje se redujo considerablemente respecto al año 2019, cuando se produjeron 25 muertes violentas en la provincia, lo que ha conllevado un descenso del 28 por ciento.

Los robos también volvieron a crecer, aunque en un porcentaje menor que en otras ocasiones. Los hurtos fueron el delito más cometido en Málaga, con 25.202 casos, –desde 2019, el aumento ha sido del 2,9 por ciento–. Por otro lado, se produjeron 8.012 sustracciones de distintas clases, siendo las más frecuentes las que tuvieron lugar en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. Hubo 4.512 infracciones de este tipo, aunque las mismas disminuyeron un 15 por ciento respecto a 2019.

Los casos en los que hubo empleo de la violencia o la intimidación ascendieron a 1.740 en 2022, es decir, un 25,4 por ciento más que el ejercicio anterior y un 8,8 por ciento más que en 2019. Además, se contabilizaron 1.760 sustracciones de vehículos. Cabe señalar que los secuestros fueron la única tipología penal que se redujo en 2022 respecto al año anterior, con 12 casos, uno menos que en 2021.

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