![Crimen de Ángela: la mujer hallada en una alcantarilla en Teatinos fue amordaza y asfixiada por el PIN de su tarjeta](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2025/02/08/lead_suceso_alcantarilla.jpg)
![Crimen de Ángela: la mujer hallada en una alcantarilla en Teatinos fue amordaza y asfixiada por el PIN de su tarjeta](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2025/02/08/lead_suceso_alcantarilla.jpg)
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Era 12 de julio de 2022, por la mañana. Efectivos de Policía Nacional y del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga fueron alertados del hallazgo de un cadáver en una alcantarilla, a ocho metros de profundidad, en el barrio de Teatinos. La investigación y los exámenes anatómicos concluyeron que el cuerpo, que presentaba signos violentos, yacía en la arqueta desde el 29 de mayo; sin vida, desde el 25. La víctima, una mujer de 62 años natural de Benagalbón. El móvil del crimen, el PIN de su tarjeta de crédito. El principal acusado, su hijo adoptivo menor, que se enfrenta a una petición de 21 años y diez meses de prisión.
Una de la tarde. El procesado acudió, acompañado de un amigo menor de edad -que ya ha sido juzgado por los hechos que aquí se tratan-, al bloque donde vivía su madre, se dirigió a la puerta de su casa y violentó la cerradura para acceder al interior y esperar allí a que llegara la mujer, describe el escrito de acusación de Fiscalía, al que ha tenido acceso SUR.
Ángela entró en su piso a las tres de la tarde y se topó con la situación. Su hijo le preguntó por el PIN de su tarjeta de crédito para sacar dinero, comenzaron a discutir y el sospechoso, siempre acompañado por el menor, supuestamente la tiró al suelo y arrastró hasta el salón, donde le habría propinado diversos golpes en la cabeza hasta que la víctima terminó cediendo y proporcionándole el código.
Pero, la cosa no quedó ahí. El Ministerio Público relata en sus conclusiones provisionales que el acusado y su amigo ataron a la mujer de pies y manos, y la amordazaron con un trapo y una cuerda. Aunque Ángela consiguió sacarse la soga de la boca, estos habrían aprovechado para tirar de ella y asfixiarla «sin que tuviera posibilidad alguna de defensa, llegando finalmente a fallecer».
Los presuntos responsables de la muerte sustrajeron 900 euros que la víctima había sacado aquella mañana del cajero e introdujeron el cuerpo en un congelador; después, lo trasladaron al trastero y metieron en un baúl. La madrugada del 29 de mayo, presuntamente, lo tiraron en una arqueta de la calle Juan de Robles, se explica en la calificación.
De esta manera, la Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de los delitos de asesinato con alevosía, robo con violencia en casa habitada y profanación de cadáveres -con la circunstancia agravante de parentesco y la eximente incompleta de alteración mental-, por lo que exige que se imponga al acusado una pena de 21 años y diez meses de prisión.
En materia de responsabilidad civil, el Ministerio Público solicita que el hijo menor de la víctima indemnice a sus herederos con la cantidad de 120.000 euros, y 900 por los efectos sustraídos.
Por su parte, las dos acusaciones particulares -que representan al hijo mayor de Ángela y a su hermanos- exigen la misma pena para el principal acusado, y acusan a dos mujeres de encubridoras. En sus escritos señalan que el procesado y el menor condenado, el día de autos, contaron lo ocurrido a la madre de este último y a su mujer, y que ambas aconsejaron que no dijeran nada y ocultaran el cadáver.
Asimismo, defienden que las sospechosas se mudaron a casa de Ángela tras lo ocurrido y que guardaron sus pertenencias en el trastero donde se encontraba el cuerpo sin vida de la víctima. Por ello, solicitan para cada una de ellas tres años de cárcel.
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