Así se convive en los gimnasios de Málaga con el coronavirus

El sonido de las pesas contra el suelo y de las máquinas de cardio a pleno rendimiento sigue siendo el mismo, aunque mucho ha cambiado en el interior de los gimnasios malagueños tras la llegada del Covid-19. Una vez pudieron abrir sus puertas, los centros deportivos de la ciudad se pusieron manos a la obra para adaptar sus instalaciones a las diferentes normativas que se han ido aprobando. Esta semana, tras los primeros días de la campaña de vigilancia en este tipo de establecimientos llevada a cabo por parte de la Policía Local –que se ha saldado con seis propuestas de sanción en la fase inicial–, responsables de algunos centros deportivos de Málaga se defienden como «espacios seguros».

SUR ha tomado el pulso al sector de algunos de los gimnasios más populares de Málaga. El primer punto en común es que les parece «acertado» que se controle y vigile el cumplimiento de las medidas, por el «bien de todos», y además coinciden en que les pareció correcta la forma en la que se procedió a revisar los locales.

El segundo asunto en el que todos están de acuerdo es en las dificultades que se plantean a la hora de controlar que los usuarios lleven puesta la mascarilla en todo momento. «Es imposible», remarca uno de ellos. «Estamos siempre encima, pero a veces si está a ochenta metros y no lo ves, no lo ves y es lo que hay», comenta otro de los responsables.

El tercer factor común de los responsables consultados es que el deporte está siendo considerado como «ocio», cuando todos creen que debería ser «salud», es decir, una actividad esencial. Consideran a su vez que el miedo al virus ha llevado a muchas personas a dejar de hacer deporte, lo que deriva en «sistemas inmunitarios más débiles» y, a su juicio, más posibilidad de contagio.

El centro Gym Dorian fue uno de los que recibió la visita del Grupo de Investigación y Protección de la Policía Local (GIP). Su propietario Cristian Héctor Balorzo apunta a este diario que cuando llegaron los agentes había dos socias del club deportivo haciéndose una foto en la puerta del vestuario, antes de empezar a entrenar, sin mascarilla. «A ellas las propusieron para sanción, y al final dijeron que a nosotros también». El empresario confía en que la Delegación Provincial de la Consejería de Salud y Familias descarte penalizar económicamente la situación, ya que el gimnasio está «completamente adaptado» al coronavirus.

Otro de los que fue propuesto para sanción fue Nowfit, donde los agentes reseñaron que un cartel estaba colocado de forma incorrecta. «Dentro de lo que van diciendo en la Junta intentamos siempre estar adaptados a todas las medidas, hay puntos de desinfección y la persona que está en sala está pendiente de que los clientes lleven la mascarilla, pero no siempre se puede controlar», remarca un portavoz.

Desde uno de los gimnasios más grandes de Málaga, el Forus Malasaña (ubicado en La Trinidad), su director Coke Caba sostiene que los gimnasios y centros deportivos son claves en el bienestar y la salud de la población. Aseguran que en sus instalaciones y en la mayoría de Málaga se han tomado muchas medidas desde el inicio de la pandemia, desde la división de los espacios de cardio con mamparas hasta la señalización de los puntos de trabajo en el suelo para mantener la distancia de seguridad.

Por su parte, Alejandro Barrios, director de Àccura Málaga, comenta que como parte de la adaptación se han duplicado los turnos de limpieza y se ha aumentado el número de monitores de sala para recordar a los socios que el uso de la mascarilla es obligatorio en todo momento, tal y como indica el último real decreto de la Junta de Andalucía.