Condenado por violar a su hermana, doce años menor, que reveló los abusos a su profesora

Su profesora se acercó a ella, preocupada. Hacía tiempo que veía a la niña triste, y decidió preguntarle directamente. Ahí fue cuando la víctima, que entonces solo tenía ocho años, se derrumbó por completo. Por primera vez habló del infierno que vivía en su casa porque su hermano, doce años mayor que ella, la violaba.

Esa confesión tuvo lugar en abril de 2018, lo que dio lugar a la activación del protocolo por abusos sexuales a menores por parte del colegio. En abril de este año, la Audiencia Provincial de Málaga condenó al hermano a once años de cárcel como autor de un delito continuado de abusos sexuales.

Dicha pena acaba de ser ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que acepta el relato de hechos probados en primera instancia. Así, ha quedado acreditado que el acusado, que en el momento de los hechos tenía entre 19 y 20 años, violó en reiteradas ocasiones a su hermana en el domicilio familiar, en Rincón de la Victoria.

En la resolución también se reconoce que el joven padece trastorno mental y de comportamiento secundario al consumo de tóxicos, aunque también apunta a que dichas circunstancias «no le impide conocer la ilicitud de los hechos que se le imputan ni actuar conforme a dicha comprensión».

Los abusos comenzaron en 2017 y se prolongaron hasta abril del año siguiente, cuando la víctima destapó los mismos a su profesora. El joven, guiado por un ánimo libidinoso, utilizaba a la niña «como objeto sexual», tal y como recoge la sentencia, con prácticas que le causaban dolor y lesiones.

El día antes de que la niña revelara en el colegio lo que le sucedía había sido sometida, por última vez, a los abusos del acusado. Al dar la voz de alarma, la menor fue trasladada hasta el Hospital Materno Infantil de Málaga, donde le apreciaron lesiones en la zona vaginal.

A consecuencia de estos hechos, la menor presenta sintomatología psíquica de sentimiento de culpabilidad, conductas de evitación, negación y nerviosismo, y ambivalencia afectiva hacia su agresor.

En este caso, el Alto Tribunal de Andalucía ha desestimado las pretensiones de la defensa de absolver al joven o de rebajarse la condena, sin que las alegaciones del recurso de apelación hayan prosperado.

Los magistrados, de hecho, recuerdan «las dramáticas circunstancias existenciales» por las que ha pasado la víctima desde que contó los abusos a su maestra, viéndose sometida a «presiones de su madre para que se retractara» en su intento de proteger a su hijo. La pequeña fue declarada en situación de desamparo, siendo su tutela asumida por la Junta de Andalucía.

Además de la pena de once años de cárcel, el procesado tiene prohibido aproximarse a su hermana a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella, durante doce años. Igualmente, tendrá que cumplir diez años de libertad vigilada.

El TSJA únicamente ha revocado parcialmente el fallo en lo que respecta a la concurrencia de la circunstancia atenuante simple de dilaciones procesales indebidas, sin que ello haya tenido consecuencia en la determinación de las penas impuestas al acusado.

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