Era la primera vez que robaban en su taberna, El Rincón del Trabuco, situada en el municipio malagueño de Villanueva del Trabuco. Ocurrió sobre las 2.30 horas de la madrugada del pasado lunes 17 de julio. Y su propietario, Javier, no está dispuesto a ... llevarse más disgustos así. De hecho, ha decidido echar el cierre a su negocio y ceder el establecimiento. No hay vuelta atrás, sostiene el empresario.
Publicidad
«No es por el dinero, que también; lo que me han robado ha sido la paciencia», asegura el hostelero, quien inauguró su negocio el pasado mes de marzo. Al parecer, los autores accedieron al mismo tras saltar un muro y forzar una de las ventanas.
Según relata el perjudicado, los ladrones se llevaron la caja registradora, en la que había parte de la recaudación. «Mi mujer y yo recorrimos el pueblo por si veíamos algo y la encontramos sobre las cuatro de la madrugada, tirada, abierta y destrozada», dice.
También sustrajeron varias botellas y, en el intento de llevarse más, rompieron otras cuantas, llegando incluso a herirse –los agentes encontraron manchas de sangre en el restaurante. Los responsables del asalto, además, habrían ocasionado daños en el tendido eléctrico y en la persiana del local.
Las cámaras de seguridad del negocio grabaron el asalto, cuyas imágenes ayudaron a la Guardia Civil a identificar y a detener esa misma semana a los supuestos autores del robo con fuerza, pese a que llevaban los rostros semiocultos con mascarillas.
Publicidad
Supuestamente, los responsables de este robo también intentaron asaltar otro local días antes en la misma localidad, aunque en esa ocasión anterior el sistema de seguridad disponía de humo antirrobo, lo que habría ahuyentado a los sospechosos. De acuerdo con las fuentes consultadas, se les atribuyen más hechos delictivos similares en el municipio.
Este era el segundo restaurante que Javier abría en Villanueva del Trabuco. «El primero lo cerré porque tenía muchos gastos y decidí cambiarlo por este, que era más pequeño», indica. Cuando abrió sus puertas en marzo ya era consciente de que los primeros meses supondrían más gastos que beneficios. Y pese a ello, la taberna «estaba funcionando bien», señala el hostelero. «Teníamos buena clientela», apostilla.
Publicidad
Javier acudió junto a su mujer al establecimiento en cuanto le informaron de que la alarma había saltado. En el mismo trabajaba su esposa a jornada completa y otra empleada, a media jornada, ambas con contrato. Al cabo de un par de minutos, se personaron en el restaurante los agentes de la Guardia Civil.
Al hostelero se le hizo un nudo en la garganta al ver el estado en que había quedado el local. «Nada, preocupaciones: a arreglar los destrozos, a buscar una nueva caja registradora, que vale un pico...», dice. Javier, que lleva tiempo atravesando problemas de salud, según cuenta, a los cuatro días del robo llegó a una conclusión: «No me merece la pena llevarme disgustos así, y menos estando delicado».
Publicidad
El empresario, tras madurar su decisión, avisó del cierre a través de distintos grupos de Facebook integrados por vecinos de la localidad, quienes han contestado con mensajes de apoyo, deseándole una pronta recuperación y lamentando lo sucedido. «Sois gente estupenda, que ofrecía un gran servicio en un negocio amable y esforzado con los clientes y su bienestar y disfrute», le respondía uno de los usuarios en la red social.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.