Detención del presunto depredador sexual. CNP

A la caza de un depredador sexual de menores que actuaba en Instagram

Así localizó la Policía Nacional a un joven de 27 años que consiguió fotos íntimas de un malagueño de 13 haciéndose pasar por un adolescente

Lunes, 10 de mayo 2021, 00:33

En cuanto vio la conversación que su hijo estaba manteniendo con un extraño a través de Instagram se dio cuenta de que algo no iba bien. El pequeño, de trece años, se mandaba mensajes directos con otra persona, un perfil manejado por alguien que decía tener 16 años, pero que aparentaba ser algo mayor. El contenido de la charla que mantenían era explícito y sexual, y había derivado en intercambio de imágenes íntimas. La madre ató cabos y confirmó sus temores: su hijo estaba siendo víctima de un depredador sexual, así que salió corriendo a la comisaría más cercana de la Policía Nacional.

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Desde el cuerpo anunciaron esta semana que la investigación abierta finalizó con un tinerfeño residente en Murcia de 27 años detenido por un delito contra la libertad y la indemnidad sexual de un menor de 13 años. SUR ha conversado con uno de los inspectores del Grupo de Menores de la Policía Nacional de Málaga (Grume) que se hizo cargo de conducir el caso, quien lo tiene claro: «Si esa madre no llega a denunciar, probablemente el autor del crimen seguiría conversando con la víctima».

El agente relata que, en este caso, todo apunta a que el objetivo del detenido era conseguir pornografía infantil, ya que en el momento en el que se cortaron las comunicaciones, el individuo no había extorsionado, chantajeado o amenazado al menor, algo que los depredadores suelen hacer para conseguir más material. «Nos encontramos ante un delito perpetrado mediante engaños en el que la víctima no es consciente de lo que está sucediendo«, indica el agente.

El menor y el detenido comenzaron a hablar por Instagram y el adulto, siendo consciente en todo momento de que estaba contactando con un menor de edad, se ganó poco a poco su confianza. «El primer envío de imágenes lo hizo el adulto», explica el inspector. A partir de ahí, el intercambio de archivos fue constante.

La investigación fue bastante compleja. Los agentes del Grume de Málaga se hicieron con todo el material que aportaba la madre, en el que se incluía, además del perfil de Instagram (que fue analizado en busca de indicios de la identidad del sospechoso, o de su paradero), un número de teléfono que había sido empleado para contactar con la víctima a través de WhatsApp. Fue este canal el que permitió a los agentes identificar al sospechoso, que originalmente aparecía en la base de datos como empadronado en Santa Cruz de Tenerife.

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La coordinación de los agentes de la comisaría insular fue clave. Ellos comprobaron que el hombre al que buscaban ya no residía en la isla, sino que se encontraba en Murcia. La Policía Nacional de la región dio con el sospechoso y realizó un registro en la habitación del piso compartido en el que reside. Allí se incautaron de diverso material informático que será analizado.

El inspector de la Policía Nacional explica que la prevención más eficaz ante los depredadores sexuales que emplean las redes sociales para dar con sus víctimas está en el control de los padres. «El mejor consejo es el sentido común y la educación, tenemos que explicar a nuestros hijos lo que se puede y lo que no se puede hacer, lo que pueden y no pueden hacerte, y que hay cosas que se hacen en internet que son un delito«, añade el agente.

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De hecho, el investigador asegura que, en este caso, la intervención de la madre era «la única manera» de que el delito llegase a las autoridades. Según el análisis de las conversaciones, el sospechoso aprovechaba la confianza que había conseguido crear con su víctima para hacerlo sentir cómplice de lo que estaba ocurriendo, algo que definía como una travesura. «Le decía que tuviera cuidado para que no los pillasen».

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