La quedada se organiza a través de grupos de WhatsApp o Telegram. Casi siempre en viernes. A la concentración, una suerte de 'Fast & Furious' en versión local, acuden aficionados al motor de distintas localidades de Málaga e incluso de otras provincias. Unos miran. Otros vacilan. ... Algunos compiten. Y, a veces, se estrellan.
Publicidad
Las carreras ilegales son un fenómeno en auge en Málaga, donde ya se han registrado varios accidentes, algunos de gravedad, relacionados con estas competiciones de velocidad callejeras, que utilizan el escaparate de Instagram o TikTok para expandirse y ganar adeptos.
Conscientes del peligro que entrañan para sí mismos y para el resto de usuarios, un grupo de agentes de la Policía Local especializados en redes se dedican a rastrean semanalmente estas publicaciones para identificar a los infractores y tratar de frenar la convocatoria de estas carreras.
La noche de Reyes, sin ir más lejos, se produjo un aparatoso siniestro en la carretera Azucarera-Intelhorce con tres coches implicados y un menor de 13 años herido. El adolescente iba en un turismo con su padre y estaban parados en un semáforo cuando un BMW negro les alcanzó en la parte trasera a gran velocidad. Ahora, se investiga si el conductor causante del accidente participaba en una concentración. Hay un vídeo que lo captó circulando a gran velocidad y que ahora se está analizando.
En los últimos años se han registrado algunos accidentes muy aparatosos, como el que sucedió en 2021 en el polígono de Trévenez, donde el conductor de un coche que participaba en una carrera perdió el control y arrolló a un grupo de espectadores.
Publicidad
Noticia relacionada
Juan Cano
En febrero del año pasado, un coche volcó mientras realizaba derrapes alrededor de una rotonda -una maniobra típica de estas quedadas- en las inmediaciones de Ikea. Un asistente a la concentración grabó la escena y captó el momento en que el copiloto, que iba con medio cuerpo fuera, salía despedido del vehículo.
En algo más de un año, el Grupo de Atestados (GIAAT) y el de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local acumulan una decena de detenidos o investigados por delitos contra la seguridad vial cometidos en estas concentraciones y divulgados a través de TikTok o Instagram. Algunos, incluso, ya han sido condenados por estos hechos.
Publicidad
Pero la labor de investigación y vigilancia, centrada en las redes y en el patrullaje, no ha logrado erradicar un fenómeno que, como reconocen las fuentes policiales consultadas, «va a más» por diferentes motivos y no es exclusivo de Málaga. Capitales como Madrid, Sevilla, Valencia o Barcelona están teniendo serios problemas para controlar estas concentraciones.
En Gran Canaria, donde las carreras llegaban a celebrarse en mitad de la autopista, con coches en paralelo ocupando toda la calzada, las Fuerzas de Seguridad realizaron una macrooperación con 42 detenidos, seis investigados y 40 coches intervenidos. La Guardia Civil y la Policía Local de Telde mantuvieron durante tres meses un dispositivo de vigilancia con vehículos camuflados y drones. Lo llamaron 'operación TodogasGC'.
Publicidad
Las investigaciones policiales han permitido adentrarse en estos grupos y conocer, por ejemplo, los circuitos callejeros y los nombres en clave que usan para citarse en ellos. 'Ocho focos' es el que utilizan para referirse al recinto ferial de Cortijo de Torres; 'Palacio' es el Palacio de Ferias y Congresos; al polígono Trévenez lo llaman 'CTM' y a la carretera de Intelhorce, 'Los desguaces'. Otros puntos habituales de reunión son Los Montes de Málaga y los aparcamientos de Ikea, del Martín Carpena o de Carrefour-Los Patios.
En las últimas intervenciones para disolver las macroquedadas, los agentes han llegado a contabilizar más de 100 turismos y otras tantas motos. El escenario es el siguiente: hay una serie de automóviles que se estacionan a los lados y que no circulan; simplemente son aficionados al motor con coches tuneados que dejan sus maleteros abiertos con bebidas y música para disfrutar de las acrobacias o los piques.
Publicidad
Luego están los que compiten en velocidad, que pisan a fondo el acelerador de coches deportivos de hasta 400 CV. Los agentes han identificado a conductores que vienen de otras localidades o provincias. Incluso, como detectaron recientemente, a un piloto semi-profesional de Fórmula 3. Según las fuentes consultadas, no se ha constatado que haya apuestas ni que se jueguen un coche, como en las películas. Corren por la adrenalina, por vacilar y por demostrar que su vehículo es el más potente.
Para las carreras también tienen su propia nomenclatura. Las llaman 'lanzadas'. Los investigadores han detectado -algunos de los vídeos que acompañan este artículo así lo demuestran- una nueva variante de carreras aún más peligrosas en las que compiten coches contra motos trucadas. Es la última moda.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.