Los especialistas trabajan sin descanso para tratar de localizar a Mario Quirós Ruiz, sargento malagueño destinado en la Comandancia General de Melilla que se encuentra desaparecido desde el pasado martes, cuando realizaba unas prácticas de buceo en el embalse de El Grado, en Huesca. Según han indicado las fuentes consultadas por este periódico, se están empleando numerosos medios técnicos para localizarlo, como una cámara subacuática y un robot militar.
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Su desaparición tuvo lugar en la madrugada del 12 de octubre cuando realizaba una práctica programada del curso de buceo 'Buceador de Asalto'. Según ha indicado un portavoz de la Comandancia General de Melilla el sargento se sumergió y nunca volvió a salir a la superficie.
En el dispositivo participan dotaciones militares, aunque el peso de la búsqueda lo llevan los agentes de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS), de los que se han desplegado unidades procedentes de Aragón, Madrid y Cataluña. Sin embargo, la gran profundidad del embalse y la mala visibilidad, con aguas turbias, están dificultando las tareas de rescate.
En cuanto al joven malagueño, las fuentes consultadas han indicado que se trata de un chico malagueño que mañana jueves cumple 23 años de edad. Se encuentra destinado en el Regimiento de Ingenieros número 8, perteneciente a la Comandancia General de Melilla.
Los familiares han sido informados y la Comandancia General se ha puesto a su disposición, sin que se tengan por el momento novedades sobre su paradero. La Guardia Civil, en funciones de Policía Judicial, ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la desaparición.
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El embalse
Las prácticas militares son frecuentes en este embalse, que se sitúa junto a la pequeña localidad de El Grado. Se trata de una presa de gravedad que ocupa una superficie de 1.273 hectáreas embalsando una capacidad máxima de 400 hectómetros cúbicos.
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Los participantes en las prácticas de buceo suelen recibir un perfeccionamiento del Curso de Buceador Elemental de la Armada, donde los aspirantes ya adquirieron las primeras nociones básicas del buceo militar, conocimientos teórico-prácticos para la realización de inmersiones con aire a 50 metros de profundidad, búsquedas, trabajos de pequeña entidad y reconocimientos de obra viva.
En estos cursos, reciben la preparación táctica, técnica y física que les permite cumplir las misiones encomendadas a los buceadores del Ejército de Tierra en el medio acuático tanto en período de paz como en situaciones de combate. En el curso realizan el planeamiento y control de operaciones de buceo, el empleo de embarcaciones reglamentarias en el Ejército y la instrucción con equipos de circuito cerrado
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