Cae la banda que protagonizó la oleada de robos en chalés de la zona Este de Málaga en Navidad

Segundo golpe policial a las bandas de ladrones especializadas en desvalijar viviendas. Tras la desarticulación de un «mini-ejército» de exmilitares albaneses acusado de asaltar viviendas de lujo con extrema violencia en la Costa del Sol y Cádiz, la Policía Nacional ha desmantelado otra célula de ladrones de la misma nacional que había protagonizado una oleada de robos en la zona Este de Málaga capital en Navidad.

En esta segunda operación, la investigación se inició al detectar un repunte de denuncias en la zona de Miraflores del Palo y Cerrado de Calderón. El aumento de asaltos se concentró entre Nochebuena y Año Nuevo, aprovechando las típicas salidas para ir a cenar con la familia o los desplazamientos a otras provincias para pasar las fiestas.

El modus operandi que reflejaban las denuncias también era similar. Los ladrones accedían a las viviendas mediante escalo -por lo general, chalés, aunque también hubo algún caso en primeras plantas de edificios- en una franja horaria en la que estuviesen vacías. No llegaron a toparse con los moradores ni tuvieron que emplear violencia sobre las personas.

Los investigadores han conseguido relacionar -con pruebas- a esta célula de ladrones albaneses con una decena de robos con fuerza en los que, tras escalar muros o fachadas, rompían los cierres de alguna ventana o puerta corredera para acceder a las viviendas y apoderarse de todos los objetos de valor que encontraran.

Los policías que seguían la pista a esta banda sorprendieron a los ladrones al huir de uno de estos robos en Año Nuevo. Se inició entonces una persecución en la que los delincuentes llegaron a embestir un vehículo policial, que sufrió daños.

Aun así, los investigadores han logrado identificar y detener a tres individuos de origen albanés que tenían su centro de operaciones en una casa en mitad del campo en la zona de la Axarquía a la que únicamente se podía acceder por caminos de tierra, lo que dificultaba considerablemente las vigilancias y seguimientos policiales.

La operación de la Policía Nacional se suma a la que ha culminado la Guardia Civil y en la que se ha desarticulado otra célula de ladrones albaneses, aunque esta se caracterizaba por maniatar y amordazar a los moradores, a los que no dudaban en apalear hasta conseguir que les entregaran el dinero y las joyas.

A esa organización, integrada por siete personas, se le imputan otros 16 asaltos violentos cometidos en Cádiz, Málaga, Córdoba, Murcia, Valencia y Portugal. Los agentes del Instituto Armado los localizaron y detuvieron en la provincia de Sevilla, donde tenían su guarida en una casa de campo con piscina.

En un primer registro, los guardias civiles intervinieron más de 70.000 euros en diversas monedas y numerosas joyas y artículos de lujo procedentes del último de sus golpes, que habían cometido un día antes en Benahavís, donde agarraron del pelo a una mujer y le propinaron puñetazos y patadas delante de sus tres hijos.

Sin embargo, consciente de que el botín debía ser mucho mayor, los investigadores volvieron a la finca provistos de detectores de metales y localizaron, enterrados en la parcela, 35 relojes de lujo y 186 joyas valoradas en más de 10 millones de euros. También encontraron tres armas de fuego empleadas en los asaltos.

 

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