Del bizum inverso a la prima de Whatsapp: estas son las nuevas ciberestafas

Según el último Informe sobre la Cibercriminalidad en España, los delitos informáticos han crecido un 6,1% respecto a 2020. De ellos, el 87,4% son fraudes informáticos, lo que da una idea de lo vulnerables que nos hemos vuelto frente a esta forma de delincuencia. En el caso de Málaga, las estadísticas del Ministerio del Interior detallan que el número de ciberdelitos se ha multiplicado por seis en la última década.

Con motivo del Mes Europeo de la Ciberseguridad, la Universidad Oberta de Catalunya ha lanzado un recordatorio de las últimas modalidades de estafas online que se están produciendo en España y que los usuarios deberían al menos conocer: el bizum inverso, el timo de Wallapop, las estafas en Tik Tok, los Bitcoins falsos y la 'prima' de Whatsapp.

«Entre la pandemia, la crisis económica y el teletrabajo, cada vez estamos más en casa y buscamos más establecimientos en línea o compramos distintas ofertas en Internet, y ahí es donde se pueden cometer más delitos con ofertas que nunca son reales. La gente joven ya lo compra prácticamente todo por Internet y busca las webs con más ventajas», explica el profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, Jordi Serra.

La proliferación del uso de esta pasarela de pago a través del móvil, que cuenta ya con 21 millones de usuarios, se ha convertido también en escenario de ciberestafas, aunque no por un fallo de seguridad de la aplicación.

En este caso, los delincuentes se aprovechan de las prisas y la falta de atención de los usuarios, a los que envían, de forma masiva, solicitudes de dinero. El fraude se produce cuando la víctima, por despiste, se confunde y cree que está recibiendo dinero, cuando en realidad se lo están pidiendo. Al aceptar la operación, cae directamente en el timo.

«Contra este fraude lo único que podemos hacer es no actuar deprisa y asegurarnos antes de lo que nos están diciendo, ya sea por una llamada o mediante un mensaje de texto. Debemos pararnos dos segundos y mirar si realmente es una transferencia o nos están pidiendo dinero a nosotros», aclara Serra.

El catedrático de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación David Megías recordó que hay que desconfiar siempre de los canales que no están autenticados. «Incluso si creemos que conocemos a la persona que contacta con nosotros, porque su identidad podría haber sido suplantada por un delincuente», añade.

El sistema es sencillo y se basa en la 'ingeniería social', que no es otra cosa que la capacidad de ciberdelincuente para manipularte y engañarte. Ves algo que te interesa en Wallapop y contactas con el supuesto vendedor, quien tras conversar un rato te propone continuar hablando por WhatsApp.

Una vez ahí, te proporciona un enlace y, al pincharlo, entras en una página con la misma apariencia que la de Wallapop y que te obliga a introducir tus datos bancarios. «Nunca hay que confiar en las personas que nos pidan pagar fuera de la plataforma porque, además, no quedará constancia de la venta o la compra», apunta Serra.

En este caso, los ciberdelincuentes se aprovechan de la propia complejidad del mundo de las criptomonedas y de la aparición de múltiples plataformas de gestión para ofrecer «servicios fraudulentos o estafas piramidales», según David Megías. «La sorpresa -añade- nos la llevamos si intentamos retirar el dinero, ya que, o bien resulta imposible, o bien nos encontramos ante múltiples obstáculos para hacerlo».

El consejo principal de los expertos es no confiar nuestro dinero a intermediarios o supuestos brokers si no tenemos garantías de su autenticidad. «Tampoco hay que creerse supuestas noticias de famosos recomendando cierta plataforma si no estamos seguros de su procedencia, ya que esta suele ser una vía habitual de fraude», dice Megías.

Las estafas en redes sociales se han disparado al mismo ritmo que se ha extendido su uso en la ciudadanía. En este ámbito, los ciberdelincuentes utilizan como gancho comentarios u opiniones de personas conocidas, famosas o 'influencers' de las redes sociales para distribuir contenidos falsos e incluir enlaces en comentarios que atraen a las víctimas hacia plataformas fraudulentas donde se producen las estafas.

Tik Tok es el escenario perfecto porque prima la inmediatez. «Los usuarios consumen el contenido de manera rápida; son vídeos rápidos y cortos», cuenta Serra, que advierte: «La propia temática de la plataforma debe alertarnos si nos induce a cualquier otra práctica que no sea únicamente el visionado de vídeos. La recomendación es que no se relacione con ningún sistema de pago o de venta de productos, porque es muy fácil crear vídeos falsos cuyo único objetivo es engañar».

Recibes un mensaje cariñoso y cercano de alguien que dice ser tu tío o una prima lejana. O simplemente un conocido. El objetivo es pedirte dinero -bajo el pretexto de estar pasando un apuro- u obtener información privada que pueda servir después para chantajearte.

Una modalidad de este timo, que ha dejado múltiples afectados en Málaga, consiste en hacerse pasar por un hijo de la víctima que tiene un problema de dinero al que debe hacer frente de manera urgente. «¿Me podrás hacer un favor? Tengo que pagar una cosa y no tengo la tarjeta en mano. ¿Me podrás hacer una transferencia?».

Como el teléfono desde el que envían el mensaje no es el del hijo, para hacer creíble la historia, los estafadores se inventan que no pueden comunicarse directamente desde el número habitual debido a «problemas técnicos». Con este sistema, han llegado a defraudar cantidades que oscilan entre los 2.000 y los 26.000 euros.

«La mejor protección es la prudencia», concluyen los expertos. Y eso vale para todas las modalidades de estafas.