Biznaga Azul, diez años de acción policial por la solidaridad malagueña

Visten un uniforme por el que juraron servir a su país, pero en su caso el compromiso ha adquirido un significado más profundo. Los agentes de la Asociación Cultural Biznaga Azul llevan diez años luchando por las causas solidarias del cuerpo y por difundir valores culturales y sociales entre sus integrantes. Este 2021 se cumple una década desde que un grupo de policías decidiera ir más allá en su servicio, una decisión que con la llegada de la pandemia los ha llevado a entregarse más aún por los suyos.

En la sede de la asociación atienden a SUR su presidente, el agente de Medios Aéreos Abel Molina y el policía jubilado Jesús Cacheiro, quien fue jefe de la Udyco durante años. Ellos son la cara visible de Biznaga Azul, a la que pertenecen más de 140 policías y funcionarios del Ministerio del Interior –en activo, segunda actividad y retirados– de diferentes comisarías de la provincia de Málaga.

Durante la pandemia, la asociación ha reorientado su actividad. Las cenas benéficas y las acciones culturales y solidarias se han concentrado, y durante el confinamiento se volcaron en dar «apoyo psicológico» a los agentes que estaban «en primera línea». Con ayuda de una psicóloga comenzaron a crear pequeños vídeos de ánimo y apoyo, con claves para gestionar la situación a nivel emocional, pero la iniciativa fue cogiendo impulso y acabó teniendo impacto nacional.

Con la ayuda de varios colaboradores, los agentes comenzaron a recabar el apoyo de rostros conocidos. «Queríamos que dieran ánimos y los mensajes se nos terminaron yendo de las manos», indican Molina y Cacheiro. «Periodistas, deportistas, actores, humoristas...». Luis Tosar, Manolo Sarriá, Pepe Salguero son algunos de esos rostros conocidos que quisieron mostrar su cariño a la Policía Nacional, una iniciativa a la que se sumaron a su vez a bomberos, funcionarios y sanitarios de Málaga para arropar a su policía.

«Queríamos hacer una campaña de tres semanas y tuvimos que duplicar el tiempo para poder publicar todo el material que nos llegó», explica el presidente. La asociación recibió felicitaciones «de toda España», y la iniciativa fue replicada en otros puntos en los días más duros del confinamiento por el Covid-19.

Los orígenes de la asociación se remontan a una visita teatralizada a la Alcazaba, en la que un grupo de compañeros de la Comisaría del Distrito Centro se dio cuenta de que podían hacer «más» por la cultura y la solidaridad de Málaga, explica Molina. «A raíz de eso se constituyó la asociación». Los objetivos fundacionales del colectivo pasan por fomentar la vida sana, el ocio, la cultura y el deporte de los policías, aunque el principal componente es el solidario. «Siempre que alguien nos pide ayuda, ya sea dentro o fuera del cuerpo, reaccionamos», indica Abel.

Todas las acciones a las que se suma la Biznaga Azul cuentan con un respaldo que genera mucha confianza entre los potenciales benefactores. «A veces la gente sospecha cuando se hacen recogidas de alimentos o de juguetes, pero saben que nosotros nos aseguramos de que todo llegue donde tiene que llegar».

Sin ir más lejos, en la campaña de Navidad, este año han recogido más de tres toneladas de alimentos de forma interna (desde dentro de la propia Policía Nacional). El destino de esta solidaridad fue la Ciudad de los Niños y de la Guardería Santa Teresa.

Otra de las actividades que desempeñan en la Biznaga Azul tiene mucho que ver con la Semana Santa. La organización presta apoyo a la Comisaría Provincial para gestionar la escolta de gala que el cuerpo ofrece a las cofradías con las que está hermanado.

La Biznaga Azul cumple diez años en su camino por llevar la imagen de la Policía Nacional un paso más allá. Ahora, en plena pandemia, su inquietud no ha hecho más que crecer, aunque confían en que puedan retomar sus acciones benéficas una vez cesen las restricciones.