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Ocurrió a finales del pasado verano en el Lago de las Tortugas, en Marbella. Tres jóvenes irlandeses fueron tiroteados desde un coche en marcha. Una bala alcanzó a uno de ellos en el costado y le causó lesiones graves. Cuatro meses después, la Policía Nacional ha identificado y detenido a la banda que estaría detrás del triple intento de asesinato. Hay seis detenidos.
Los hechos ocurrieron sobre las 17.45 horas del día 20 de septiembre. El sistema de emergencias 112-Andalucía recibió una llamada de un particular que informaba de que había escuchado el sonido de varios disparos, aunque no había llegado a ver cómo se producían.
El 112 movilizó a la policía y a los servicios sanitarios. Sin embargo, cuando llegaron al lugar, no encontraron ni rastro de los implicados. Ni a los autores ni tampoco al herido, que al parecer se desplazó a urgencias por sus propios medios o con ayuda de terceros.
La víctima, de 25 años, ingresó en un hospital de la Costa del Sol con una herida de bala con orificio de entrada y salida en un costado. Las fuentes consultadas precisaron que, aunque la lesión era de carácter grave -le afectó a un riñón-, no se temía por su vida.
El joven se encontraba con otros dos compatriotas cuando fueron tiroteados desde un coche en marcha. A tenor del número de disparos realizados, los policías concluyeron que se trataba de un ajuste de cuentas y que los tres habían sido objetivo del mismo.
La investigación, en la que han trabajado codo con codo agentes de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco) y del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) de la Costa del Sol, se centró en identificar a los ocupantes del vehículo y a los miembros de la banda que estaría detrás del triple intento de asesinato.
El pasado día 1 de febrero, en una operación conjunta, los policías arrestaron a seis individuos procedentes de Reino Unido -al menos dos de ellos son naturales de Londres- por su presunta implicación en el ajuste de cuentas fallido, según han confirmado fuentes cercanas al caso.
Los agentes también localizaron el lugar donde tenían escondidas las armas. En concreto, se han intervenido cuatro pistolas y un subfusil de asalto, considerado armamento de guerra. También se han incautado de otros efectos, como pasamontañas y bridas, y de un vehículo presuntamente empleado en estos hechos.
A los seis investigados se les atribuyen presuntos delitos de organización criminal, asesinato (en grado de tentativa), depósito de armas de guerra, tenencia ilícita de armas, falsificación y receptación. Ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.
Los investigadores, según las fuentes consultadas, están convencidos de que el grupo se habría desplazado a Málaga para cometer el ajuste de cuentas, por lo que, en principio, se les considera supuestos integrantes de una banda especializada en el sicariato (tipo de asesinatos cometidos a cambio de una remuneración económica).
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