El código de la emergencia era claro. «Aviso por violencia de género en la barriada de la Fuensanta, Coín». Eran las diez y cuarto de la noche y dos patrullas acudieron a la llamada: una de Policía Local, otra de la Guardia Civil. El servicio, que debía haber sido rutinario, se truncó y terminó con una detonación de un arma de fuego que obligó a los agentes a desenfundar sus armas reglamentarias, a pertrecharse y pedir refuerzos. La noche fue larga, un agente resultó herido leve durante la trifulca y el aviso se saldó con una escopeta recortada intervenida, varios investigados y, hasta el momento, ningún detenido.
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Los hechos se produjeron el pasado viernes en uno de los bloques componen el núcleo poblacional de la Fuensanta, a las afueras de la villa de Coín. Según múltiples fuentes consultadas por SUR, la situación fue ganando en tensión desde el minuto en el que los agentes llegaron a la zona en una rápida escalada de tensión por supuestas rencillas entre vecinos.
Al adentrarse en el portal desde el que se había efectuado el aviso, los cuatro agentes fueron recibidos por un menor de edad –unos 16 años, según las fuentes– que portaba una machota. Al parecer la esgrimió con gestos amenazantes y comenzó a gritar a los funcionarios para que se marchasen de allí.
Los agentes le pidieron que soltase la machota y los gritos hicieron que comenzasen a sumarse vecinos al encontronazo, incluida la madre del menor, que fue quien presuntamente había llamado a las autoridades. Según ha podido saber SUR, los ánimos comenzaron a caldearse entre diferentes familiares del presunto agresor y la víctima, a quien le increpaban haber avisado a emergencias –todo ello mientras que el menor armado con la herramienta era disuadido por un amigo para que no amenazase a los policías–.
La situación terminó por descontrolarse cuando varias personas trataron de, según el relato de las fuentes, atacar a la mujer. Fue en ese momento cuando los policías observaron que en la planta superior del domicilio se asomaba un hombre –presuntamente el supuesto agresor que había motivado el aviso a emergencias–. Los agentes vieron cómo amartillaba un arma y disparaba, momento en el que cundió el pánico entre la muchedumbre.
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Nadie fue alcanzado por los proyectiles. Los dos policías locales y los dos guardias civiles desenfundaron sus pistolas y se pertrecharon a la vez que seguían escoltando a la mujer. Los guardias pidieron apoyo por radio indicando que se habían efectuado disparos y, a los diez o quince minutos, llegaron varias dotaciones de distintos municipios, entre ellos del puesto vecino ubicado en Alhaurín el Grande.
El grueso despliegue policial sirvió para disipar la multitud y enfriar los ánimos, pero tanto el menor que había esgrimido la machota como el autor de los disparos se habían marchado de la zona. Los agentes, con la situación ya controlada, pudieron acceder a la vivienda, en la que se apreciaban numerosos destrozos en el mobiliario y las paredes. En un registro superficial encontraron un arma de fuego similar a la que habían visto en la ventana, oculta en el tambucho de la persiana.
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Los agentes inspeccionaron el resto del lugar en busca de los dos sospechosos, pero la búsqueda no dio frutos, por lo que se abrió una investigación que sigue abierta a fin de dar con ambos individuos.
Desde el Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN) denuncian la falta de recursos policiales en el municipio de Coín, una situación que sale a relucir en situaciones como la vivida en la Fuensanta el pasado viernes: «Estamos cada vez mas vendidos en la calle, es una vergüenza», indica un portavoz en declaraciones a SUR.
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Esta barriada vivió días de tensión en 2018, cuando una reyerta entre dos clanes se saldó con la muerte de dos hombres y varias personas heridas. La Guardia Civil tuvo que tomar el municipio en una noche en la que las represalias por las muertes dejaron coches incendiados, cristales rotos y domicilios violentados.
Una discusión por el ruido que algunos vecinos estaban haciendo fue el detonante del enfrentamiento, que rápidamente se tornó en una reyerta multitudinaria en la que se esgrimieron armas blancas y palos. Los hechos se saldaron con varios detenidos por homicidio.
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