Unos 300 efectivos trabajarán durante la noche en el incendio de Alhaurín el Grande

Unos 200 efectivos permanecerán trabajando toda la noche en el incendio iniciado en Mijas, pero que rápidamente se desplazó hacia Alharín de la Torre y Alhaurín el Grande. Además, las 2.300 personas que han sido desalojadas tendrán que quedarse fuera de su casa durante la noche. Es la decisión que ha tomado el Comité de Operaciones en la última reunión, una vez retirados los medios aéreos. «La noche va a ser intensa. Unos 200 efectivos del INFOCA más unos 100 bombero del consorcio y distintas poblaciones van a estar sobre el terreno durante las próximas horas», ha asegurado esta noche desde el puesto de mando avanzado, el viceconsejero, Antonio Sanz. Ha asegurado que además las labores de extinción, la prevención es importante y por ello que se haya decidido que permanezcan fueras de sus casas aquellas personas que se ha determinado.

Por su parte, Alejandro Molina, subdirector del centro operativo provincial del Infoca en Málaga ha informado que han dividido el incendio en cuatro sectores y que el que está más activo actualmente es el más cercano a Alhaurín de la Torre. «Pero esperamos que cuando salga de una zona de alto combustible baje su intensidad», ha indicado. Ha reconocido que la velocidad del viento ha disminuido, pero a la vez que las condiciones climatológicas actuales no ayudan a la extinción.

El incendio de Alhaurín el Grande ha avanzado durante la jornada a una velocidad de 50 metros por minuto, casi el doble que el del pasado mes de junio en Sierra Bermeja, que apenas llegaba a 30 y que, pese a ello, arrasó 5.000 hectáreas.

La voracidad del fuego, que se originó a mediodía de este viernes 15 de julio, se explica principalmente por la masa de combustible vegetal que ha encontrado a su paso, más que por el viento.

El fuego se ha adentrado en una zona de pinos piñoneros muy poblada con una densa capa de matorral en el sotobosque. «Prácticamente no quedaba un hueco sin plantar», asegura una fuente del Infoca.

Aunque se originó en la zona del Higuerón, en el término municipal de Mijas, el viento -suave- de componente sureste lo empujó hacia el término municipal de Alhaurín el Grande, cuya población se ha visto afectada por la humareda y la caída constante de pavesas desprendidas del fuego.

El incendio ha avanzado en un único frente, en la misma componente del viento, aunque a lo largo de la tarde ha llegado a tener distintos focos debido a las piñas, que salen disparadas por las llamas como auténticos proyectiles.

La complejidad del fuego radica principalmente en la orografía del terreno afectado, que está en mitad de la sierra y con unas pendientes muy escarpadas que dificultan combatir las llamas por tierra.

El trabajo por aire también está siendo más difícil de lo habitual por la densidad del bosque y la altura de los pinos (el frente de llama llega a los 20 metros), ya que, según el Infoca, las descargas de los medios aéreos se quedan en las copas de los árboles, lo que impide que caigan de lleno en el sotobosque.

Sin ser ni de lejos el peor escenario posible (un terral estaría teniendo consecuencias inimaginables) la meteorología tampoco ayudará a lo largo del fin de semana a controlar el incendio.

Según los datos aportados por Aemet, para mañana se espera en esa zona del Valle del Guadalhorce unas temperaturas máximas de 34 grados en Alhaurín el Grande durante las horas centrales del día.

El caso del viento es llamativo: igual que hoy, soplará de de sureste flojo, con rachas máximas de unos 30 km/h. No es por tanto un nivel excesivo, y a pesar de ello las llamas corren como la pólvora por la vegetación.

La humedad relativa tampoco ayudará, puesto que se espera que siga siendo muy baja a pesar del levante, en el entorno del 30% al 40%. Es decir, se cumple, de nuevo, la regla de los 'tres treinta': más de 30 grados de temperatura, 30 kilómetros por hora de viento y 30% de humedad.

En este punto, José Luis Escudero, experto en la meteorología de la provincia, comenta que el viento es tan débil que no deja que la brisa marina llegue hasta esas latitudes, lo que permitiría refrescar el ambiente y, con ello, apaciguar el incendio.

Enrique Salvo, botánico y profesor de la Universidad de Málaga (UMA), insiste en que la abundancia de pinos es el factor clave de este fuego. «Me dan dan pánico algunos montes», advierte el investigador, que prefiere hablar de «cultivos de pinos de repoblación, que como tales necesitan un cuidado, y si no lo tiene, arden».

«Un piña ardiendo es una granada que explota», alerta Salvo, y la resina también actúa como vehículo. El bosque mediterráneo está adaptado al fuego, «pero estos incendios tienen otro comportamiento, son cultivos forestales que en algunos casos han conseguido recuperar monte autóctono, pero los cultivos necesitan un mantenimiento permanente y nos hemos olvidado».

Ello, junto al material vegetal seco que se ha acumulado, provoca que se esté extendiendo tan rápidamente. «Es un problema de mantenimiento, estamos muy preocupados por los montes en Málaga».

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