Melina salió a tomar el aire, pero su teléfono empezó a sonar y volvió a la tienda para atender la llamada. Dejó la puerta entreabierta a sus espaldas y antes de que pudiera reaccionar ya tenía dentro a unos encapuchados que la encañonaron con lo ... que parecían ser pistolas y subfusiles. Ni siquiera tocaron la caja registradora: «Venimos a por los vapers». Y hasta le dieron agua para calmarla y que dejara de gritar.
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Ocurrió el sábado en la tienda de cigarrillos electrónicos Tu Vape, situada en la avenida de Washington de la capital, dentro del polígono industrial El Viso. Aunque no lo sabe con exactitud, Melina, la dependienta, calcula que serían entre las 11 y las 11.30 horas cuando sufrió el atraco, en el que los ladrones sustrajeron un botín de entre 10.000 y 15.000 euros en vapers.
Según relata la víctima, y como puede apreciarse en los vídeos grabados por las cámaras de seguridad del establecimiento, los asaltantes actuaron encapuchados y con gorras para pasar inadvertidos. «Sólo me hablaba uno, el primero que entró en la tienda», comenta Melina, que no le atribuye más de 25 años, a juzgar por la voz.
El atracador le dio órdenes muy claras: «Que me callara, que no me iban a hacer nada y que sólo venían a por los vapers. Sabían muy bien dónde dirigirse y lo que tenían que coger. Sólo duró dos o tres minutos, pero a mí me pareció una eternidad».
Melina observó que el segundo ladrón se dirigió hacia ella como si fuera a pegarle, pero el líder de la banda le ordenó que fuese en busca de unas cajas y le quitó el arma. «Yo me pegué todo el tiempo gritando y él diciéndome que me callara la boca, que no me iba a pasar nada. Creo que por eso cogió un vaso y me sirvió agua, para que me calmara o para que al menos dejara de chillar», continúa.
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La dependienta asegura que gritó con tanta fuerza que la escucharon en la tienda de enfrente, pese a que es una avenida muy amplia. Ellos, y también un policía de paisano que pasaba por allí, dieron la voz de alarma y alertaron a la comisaría. Los ladrones se dieron a la fuga con una furgoneta cargada de vapers y, pese al despliegue policial, consiguieron huir.
Aunque aún están haciendo inventario, Melina asegura que han podido robarles unos 2.000 cigarrillos electrónicos que, a falta de un recuento más exhaustivo, podrían alcanzar un valor de 15.000 euros.
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Mariano Gil, que es copropietario de la marca de vapers Muss -los que se comercializan en la tienda afectada- e importador de este producto, denuncia la existencia de un incipiente mercado negro de estos artículos. «Es la séptima vez que nos roban directa o indirectamente a la marca en Málaga. Es un robo fácil de monetizar, le dan salida en poco tiempo menudeando en los barrios entre la gente joven», afirma.
El empresario asegura que ha habido robos en polígonos industriales de Málaga y en un comercio de Alhaurín el Grande. En uno de los casos, subraya, se llevaron más de 40.000 unidades. «Estamos muy preocupados. Hemos aumentado las medidas de seguridad y reclamamos más vigilancia», concluye.
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