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«Mató a mi padre y ahora se ríe de nosotros y de la justicia española». Así se expresaba hace menos de un mes Verónica, una de las tres hijas de Mario Sauco, un hombre de 66 años que murió en 2018 en Fuengirola tras recibir un puñetazo de un turista británico después de un incidente en un bar.
El motivo de la indignación de Verónica y de toda la familia Sauco es que, seis años después del suceso, el responsable de la muerte de su padre, identificado como Mark T., no ha pagado por el delito que cometió, pese a ser condenado por ello. Ni en pena de prisión ni tampoco mediante la indemnización de 183.500 euros que se comprometió a pagar.
Ante los «reiterados» incumplimientos del condenado, el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga, encargado de la ejecución de la sentencia, dictó sendos mandamientos para localizarlo. Hace cuatro años, emitió una orden internacional de detención (OID) y otra orden europea de detención (OEDE) para arrestar a Mark T.
Cuando ya parecía que el crimen iba a quedar impune, Interpol ha informado al juzgado de que el británico ha sido detenido. Las autoridades de Reino Unido han confirmado que Mark T. ha sido arrestado y que se han iniciado los trámites para su extradición a España y que responda por el homicidio imprudente de Mario Sauco.
Tras recibir la alerta de Interpol, el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga ha notificado a las partes y a la Fiscalía, concretamente al área de Cooperación Jurídica Internacional, para que informen de cómo proceder en este caso, teniendo en cuenta la salida de Reino Unido -el mismo año del juicio- del marco de la Unión Europea en el brexit.
Mark T. fue juzgado en 2020. Reconoció los hechos y aceptó una pena de dos años de cárcel, así como una indemnización de 183.500 euros para la familia de Mario Sauco, que dejaba viuda y cuatro nietos a los que solía cuidar para que sus tres hijas pudieran ir a trabajar.
El británico solicitó la suspensión de la pena a condición de que no volviera a delinquir y de que pagara la responsabilidad civil. En la sentencia se recoge un calendario de pagos de 60 cuotas a razón de 3.051 euros mensuales para saldar la indemnización.
El juzgado le advirtió de que a la tercera mensualidad incumplida, se le revocaría la condena y tendría que ingresar en la cárcel para responder por la muerte de Sauco. Han pasado seis años desde el homicidio y cuatro desde que se le impuso la condena. Y hasta hace un mes Mark T. no ha ingresado ni un solo euro.
Durante los primeros meses, el británico envió varios correos electrónicos al Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga -encargado de la ejecución de la condena- alegando problemas con las transferencias bancarias, pero lo cierto es que, al menos hasta el día ayer, la cuenta judicial no había recibido cantidad alguna a nombre de Mark T.
La sentencia contra Mark T. considera probado que propinó un puñetazo en la cara «de forma inopinada y sin posibilidad de explicación alguna» a Mario Sauco, que quedó «noqueado» por el impacto durante unos segundos y se desplomó de espaldas sobre el asfalto. En la caída, la víctima se golpeó «fuertemente la cabeza con el suelo», lo que le produjo un traumatismo craneoencefálico con fractura temporal derecha, hematoma subdural y hemorragia subaracnoidea bilateral. Ingresó en coma en el hospital. Ocho días después, murió. El origen de aquel puñetazo estuvo en un incidente que ocurrió minutos antes en un bar de Fuengirola. Mario se encontraba tomando copas, en estado ebrio, en compañía de un amigo. El británico ocupaba otra mesa con su familia y unos amigos, con los que celebraba un cumpleaños. Alguien le dijo a Mark que Mario Sauco «se puso pesado» con una de las hijas del británico, que ni siquiera vio la escena. Para entonces, Mario ya había salido del bar e iba de camino a casa. Mark lo persiguió por la calle y le dio el puñetazo que lo mató. La sentencia recoge: «No consta acreditado ningún tipo de abuso o insinuación sexual [de Sauco] a las hijas de éste».
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