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Había instalado una aplicación de control remoto en el móvil de su compañera de trabajo para espiarla sin que ella se diera cuenta. De esta manera, presuntamente, obtuvo más de mil documentos entre vídeos e imágenes que captó con la cámara del terminal de la víctima. Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre en Málaga como investigado por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, según ha informado la Comisaría provincial en un comunicado.
La mujer, según pudo saber este periódico, se percató de que su intimidad había sido invadida después de que le regalasen un nuevo teléfono en Navidad. Al traspasar los archivos de un terminal al otro vio el icono de un programa que no reconocía. Al abrir la aplicación se encontró con una carpeta que contenía cientos de imágenes, vídeos y conversaciones de ella que habían sido tomadas desde la cámara y el micrófono de su móvil.
La investigación se inició después de que la víctima acudiera a principios de este año a denunciar estos hechos. Tras las pesquisas, los agentes del Grupo de Ciberdelincuencia descubrieron que el sospechoso había instalado en el dispositivo de la mujer un software de control remoto que se activaba cada vez que el terminal estaba en movimiento.
La aplicación se encontraba asociada al correo electrónico de la perjudicada y los funcionarios policiales, al analizar los archivos, localizaron en algunos ellos a una persona ajena a la víctima que manipulaba su teléfono. Esta persona era un compañero de trabajo de la mujer, con quien no mantenía otra relación que no fuera estrictamente profesional.
Una vez que los policías obtuvieron los correspondientes mandatos judiciales procedieron a registrar y a incautar diversos dispositivos electrónicos del sospechoso para proceder a un análisis forense, quedando el hombre detenido por su supuesta responsabilidad en un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Según ha informado la Comisaría provincial, la aplicación que presuntamente empleaba el detenido tiene como finalidad la localización de terminales perdidos por GPS y permite utilizar teléfonos como cámara IP de vigilancia o captar los sonidos registrados desde el micrófono.
De esta forma, según concluyeron los investigadores, el individuo habría instalado el software de forma delictiva para espiar a su compañera y vulnerar su intimidad, creando archivos en los que aparecía en su vida cotidiana, muchos de ellos tomados en el interior de su domicilio.
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