Imagen de archivo de un incendio anterior ocurrido en La Palmilla. SUR

Málaga

Arde un asentamiento chabolista en la azotea de un edificio en La Palmilla

A su llegada, los bomberos sofocaron un colchón y restos de basura que ardían en la última planta de un bloque de la calle Eume, donde se había instalado un grupo de personas en situación de sinhogarismo

Miércoles, 28 de febrero 2024, 13:38

Una llamada al servicio de Emergencias 112-Andalucía. Los operarios contestan. «Está ardiendo la azotea de un bloque», indica la persona que habla al otro lado de la línea. Al parecer, no sabe precisar la dirección exacta del incendio, aunque señala que tiene lugar en La Palmilla.

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A ese primer aviso le siguen otros tantos, mientras varias unidades policiales y de bomberos tratan de localizar el edificio en el que, como recalcan los alertantes, hay fuego en la última planta. Al final dan con el inmueble, situado en la calle Eume.

Al llegar al último piso, los efectivos comprueban que lo que estaba ardiendo era un asentamiento chabolista, en el que, según las fuentes, residía un grupo de personas en situación de sinhogarismo, al parecer, de origen marroquí. Allí encontraron ardiendo un colchón y varios restos de basura.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, día 21 de febrero, unos minutos antes de las cinco de la tarde. Los bomberos pudieron extinguir las llamas rápidamente y, afortunadamente, no hubo daños en las viviendas de los vecinos ni personas lesionadas.

El incendio, al parecer, generó cierta alerta debido a las dificultades para dar con el lugar exacto del mismo, a pesar de que era visible una gran columna de humo, lo que a su vez motivó varias llamadas al 092 y a los Bomberos.

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Si bien, así fue cómo se pudo detectar el asentamiento de personas sin hogar que había en la última planta del edificio, una situación anómala de que las autoridades no habían tenido conocimiento hasta entonces en Málaga capital, siempre según las fuentes.

Todo apunta a que el fuego pudo haber sido provocado, posiblemente por rencillas entre quienes se habían instalado allí. Cuando los efectivos llegaron, no había ni rastro de personas en ese último piso, donde sí había varios colchones y restos recogidos de la calle.

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