A juicio por apuñalar a su compañero de piso, que cayó desde una segunda planta al huir

Había consumido alcohol, cocaína y MDMA de forma «masiva», según el fiscal. Estaba «fuera de sí». Agarró presuntamente un cuchillo y apuñaló en una pierna a su compañero de piso, quien, tratando de huir de la agresión, cayó desde una segunda planta y resultó herida grave.

Sucedió la madrugada del 11 de enero de 2020. El representante del Ministerio Público relata que hubo una fuerte discusión entre el procesado y la víctima, ambos de nacionalidad sueca, en el interior de la vivienda, situada en la calle Sierra de Cazorla de Fuengirola.

Para el fiscal, esa «ingesta masiva» de drogas anuló por completo las facultades «intelectivas y volitivas (la voluntad)» del investigado, que persiguió por la vivienda a la víctima amenazándola con un cuchillo. El compañero de piso se refugió en la terraza, donde fue apuñalado en una pierna y acabó cayendo al vacío.

La víctima tuvo que ser trasladada de urgencia en estado de gravedad al Hospital Costa del Sol. Sufrió fracturas y contusiones en ambas piernas y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Tardó casi nueve meses en curarse y aún tiene secuelas por lo ocurrido, como la limitación en la movilidad de una de sus rodillas, estrés postraumático y cicatrices.

El procesado, «anulado por completo de sus capacidades», dice el fiscal, se dirigió a una playa de Fuengirola, donde «opuso fuerte resistencia a los agentes de la Policía Nacional que acudieron en su búsqueda, llegando a golpearles y a intentar clavarles el cuchillo que portaba», añade en su escrito de conclusiones provisionales.

Esa segunda parte de la historia ocurrió al día siguiente, 12 de enero, sobre las dos de la tarde, cuando fue localizado por las patrullas. Ante la actitud del individuo, que también amenazaba con quitarse la vida, los agentes establecieron un gran dispositivo en la zona, que quedó acordonada, aunque numerosos vecinos y turistas pudieron observar la escena.

La Policía Nacional tuvo incluso que movilizar a efectivos de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) y a un agente experto en negociación para evitar que el sujeto se hiciese daño a sí mismo o a los funcionarios que trataban de reducirlo. Tras cinco horas de negociación, lograron desarmarlo y detenerlo.

Para el fiscal, estos hechos constituirían delitos de homicidio en grado de tentativa y de atentado a agente de la autoridad. Por el primero de los cargos, pide que se le imponga una pena de cinco años de internamiento en un centro de desintoxicación, a los que añade seis meses más por el segundo delito. También solicita orden de alejamiento de 500 metros.

A ambos se les atribuía un posible delito contra la salud pública por los 0,07 gramos de MDMA que se hallaron en el registro del domicilio. Sin embargo, el fiscal pide ahora el sobreseimiento para ambos respecto a este cargo al considerar que la droga era para consumo propio. El juicio se celebrará hoy, salvo imprevisto, en la Sección Segunda de la Audiencia.

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