Podría haber sido un día normal como cada vez que van a jugar un partido. Uno de esos en los que hacerse con la victoria es sinónimo de celebración en lugar de ser un motivo de trifulca. El equipo cadete del Club Deportivo Trabuco se ... trasladó el pasado sábado, 20 de abril, hasta Benamocarra para disputar un partido contra el equipo local, siguiendo un trayecto que han hecho en numerosas ocasiones, de aproximadamente una hora y 70 kilómetros de duración. La sorpresa del equipo de jóvenes de una media de 15 años de edad llegaría cuando volvieron al autobús, una vez terminado el partido sobre el mediodía, para volver a casa. «'¡Os vais a volver andando para vuestro pueblo!', dicho y hecho, la amenaza fue cumplida y justo al terminar el encuentro, un grupo de jóvenes se dirigieron hacia donde estaba aparcado el autobús del equipo visitante y lanzaron hasta tres piedras de grandes dimensiones que provocaron la rotura de las lunas laterales del autobús, ocasionando daños valorados en más de 6.000 euros», cuenta a SUR el dueño de la empresa del autobús supuestamente apedreado–Viajaenminibus– José Luis Navas.
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El propietario del vehículo asegura que, a pesar de que es común escuchar cómo el fútbol es un deporte que, en ocasiones, conduce a conflictos entre aficiones y equipos, e incluso lanzamiento de piedras u otros objetos entre unos y otros, «no es común que apedreen un autobús porque, ¿qué culpa tiene el vehículo de los problemas que haya entre ellos?», añade. Navas ha denunciado este hecho a la Guardia Civil para obtener respuestas y una solución, aunque de momento no han podido averiguar quiénes son los responsables. En esta línea, el propietario reitera que, según el equipo de Villanueva del Trabuco, todo apuntaría a que «habrían sido los propios aficionados y miembros del equipo local de Benamocarra quienes se habrían dedicado a lanzar las piedras al autobús».
La particularidad de esta supuesta acción vandálica, producida en el ámbito del deporte, reside en que el lunes previo al partido del sábado, el colegio de árbitros habría tenido que ponerse en contacto con los presidentes de ambos clubes para llamarles la atención porque habían detectado una fuerte actividad en redes sociales donde se fueron calentando los ánimos con vistas al partido que se iba a celebrar el fin de semana próximo, según detalla Navas, a pesar de que esos mensajes ya se habrían eliminado de las redes sociales. «Desde ambos clubes hablaron con sus jugadores para cortar de raíz estas disputas en redes sociales, no obstante, la Federación Malagueña de Fútbol seleccionó a un árbitro especialmente para el encuentro y envió un delegado federativo para que vigilase el comportamiento de jugadores y aficionados», añade.
Según cuentan los testigos del partido, fue «bastante intenso», sobre todo, al terminar con la victoria visitante y cierta trifulca al finalizar el mismo. El apedreamiento por, presuntamente, el grupo de jóvenes locales, provocó numerosos y cuantiosos daños con la rotura de varias lunas laterales del mismo, mientras el conductor del mismo permanecía en su interior. «Una vez los jóvenes llegaron al autobús se lo encontraron así, por lo que el equipo esperó a que acudiera la Guardia Civil, quien declaró la paralización del vehículo una semana con una autorización especial únicamente para volver hasta el pueblo», asegura Navas.
Por su parte, el CD Trabuco ha denunciado los hechos ante la Federación Malagueña de Fútbol, mientras que la directiva de la UD Benamocarra «no se ha puesto siquiera en contacto con la empresa de autobuses para interesarse por los daños ocasionados, siendo además como era, en parte responsable de no haber tomado medidas más drásticas a la hora de controlar y frenar los ánimos de jugadores y afición después de la situación vivida durante la semana previa al encuentro y después de ser advertidos por la propia Federación», denuncia el propietario del autobús. La empresa de autobuses, que ya ha interpuesto denuncia ante la Guardia Civil, manifiesta que si llega a saber la tensa y polémica situación que se había vivido durante toda la semana no hubiese puesto el autobús a la vista de quienes provocaron este grave daño.
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«Es más, creemos que un partido en el que se vivido esta situación previa, no debía de haberse celebrado nunca o al menos que hubiese habido presencia policial o de la Guardia Civil y que se persiga a los responsables y se aparten de una forma u otra de las competiciones deportivas y se dé un claro ejemplo a la sociedad para que no vuelvan a ocurrir más casos de violencia en los campos de nuestra provincia», añade Navas. Este presunto incidente a uno de los autobuses de la empresa del Trabuco se suma al que la entidad ya vivió justo hace un mes, cuando un autobús escolar lleno de niños se volcó en una cuneta, sin ningún herido, un hecho que el propio Navas recuerda con exactitud.
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