Borrar
La amenaza de Marco a Paula antes de asestarle 16 puñaladas: «Te voy a hacer lo mismo que a Sibora»

La amenaza de Marco a Paula antes de asestarle 16 puñaladas: «Te voy a hacer lo mismo que a Sibora»

La Fiscalía acusa al italiano de maltrato habitual y asesinato tras la muerte de la joven y pide para él una condena a 28 años de cárcel

Juan Cano

Málaga

Lunes, 25 de noviembre 2024, 00:20

Paula murió asesinada. La mató, presuntamente, el que había sido su pareja y padre del menor de sus tres hijos, Marco Romeo, un italiano celoso y violento que escondía el cadáver de otra exnovia -Sibora Gagani- emparedado en un piso de Torremolinos. La muerte de la primera desveló la de la segunda tras nueve años desaparecida.

Ellas no lo sabían, pero sus destinos estaban entrelazados porque habían entrado, de la mano de él, en eso que llaman la espiral de la violencia de género. El momento más peligroso, y en eso coinciden todos los expertos, es ese instante en que dices basta y buscas la salida. Las dos fueron asesinadas al romper con Marco.

Nadie sabrá ya si Sibora lo vio venir. Si tuvo miedo o si se le pasó por la cabeza que podía acabar en un cajón de madera escondido detrás de una pared. Paula sí. Porque, según la Fiscalía, Marco llegó a lanzarle una amenaza que ahora, 16 puñaladas después, hiela la sangre: «Te voy a hacer lo mismo que a Sibora».

Paula, como tantas tras víctimas de la violencia machista, no podrá acudir al juicio a declarar ni dará su versión de los hechos. Ese papel corresponderá a su abogado, Guillermo Smerdou, y a la Fiscalía, que en un extenso escrito de acusación describe el infierno cotidiano que vivió la joven y que desembocó en su muerte en mayo de 2023.

El Ministerio Público considera que Paula fue víctima de un asesinato y que el autor del mismo fue Marco Romeo, que no aceptó la ruptura de la relación y, sobre todo, que la joven malagueña empezara a rehacer su vida con un compañero de trabajo. Por este delito solicita una condena a 25 años de cárcel para el italiano.

La parte menos conocida de la historia es el segundo delito, el de malos tratos habituales, por el que pide otros tres años de reclusión para el acusado. La fiscal sostiene que Paula solía tener moretones que achacaba a caídas accidentales y que había dejado de maquillarse para evitar que él se pusiera celoso.

La pareja llevaba tres años de relación, en los que había tenido un hijo en común (Paula tenía otros dos de relaciones anteriores). Ambos consumían estupefacientes y estaban en seguimiento por parte de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Benalmádena, donde residieron un tiempo. Los tres menores se encuentran tutelados por el Gobierno autonómico.

La fiscal sostiene que Marco le impidió ir al ginecólogo durante el embarazo y le advirtió de que debía hacer todo lo que él ordenara o «haría todo lo posible para que le quitaran a sus hijos». También asegura que el consumo de tóxicos por parte de Paula se incrementó a raíz de conocerlo a él.

Paula presentaba «lesiones externas evidentes», dice la fiscal, pero decía que se las había hecho en una caída accidental porque era «muy torpe»

En su escrito de acusación, revela que «era común» que Paula presentara «lesiones externas evidentes» en la cara que ella justificaba siempre diciendo que había sufrido una caída porque era muy torpe.

La representante del Ministerio Público detalla que en esos tres años Marco intentó «aislar» a Paula. No la dejaba salir a trabajar, lo que provocaba que ella perdiese los empleos que conseguía, y no le permitía tener teléfono, por lo que se veía obligada a usar el móvil de él.

Cuando la hermana de Paula intentaba hablar con los dos por videollamada, la joven no hacía más que repetir, dirigiéndose a Marco: «No le he contado nada [a su hermana], de verdad que no le he contado nada, sólo le he dicho que nos hemos peleado».

Como Marco controlaba hasta las tarjetas bancarias, la hermana de Paula optó por facilitarle un teléfono para que pudieran hablar libremente. Por medio de ese móvil una hija de Paula que entonces tenía cinco años envió varios audios de whatsApp a su tía en los que le decía que Marco se ponía a los pies de la cama de Paula con un cuchillo en las manos mientras ésta dormía.

En marzo de 2023, el acusado contactó con el dueño de un bar de Torremolinos y le pidió trabajo como pizzero. El hostelero lo contrató y le alquiló un apartamento, donde se instaló con Paula. Días después, Marco le pidió a su jefe que la contratara también a ella.

Marco G.R, en el momento de ser detenido. SUR

La pareja empezó a trabajar en otro restaurante de la familia, pero él duró muy poco tiempo. En la primera semana, Marco rompió la puerta del baño porque Paula estaba dentro y «pensó, celoso, que no estaba sola». Su jefa en el restaurante lo despidió.

La fiscal indica en su escrito que el 10 de mayo, sólo unos días antes del crimen, se echó en falta en la cocina del bar un cuchillo de cocina de 31,5 centímetros de largo. «Después se descubriría que lo había sustraído el encausado y que sería el arma con la que causaría la muerte intencionadamente a su pareja», cuenta el escrito acusatorio.

La víspera del crimen, Paula se citó con su nuevo novio -aunque mantenían la relación en secreto-, quien le pidió que se quedara a dormir en su casa porque temía por ella. Para averiguar dónde estaba, Marco preguntó a varios taxistas dónde la habían llevado, con la excusa de que se había llevado su documentación por error.

El Ministerio Público considera que Marco «tendió una trampa» a Paula, a la que atrajo con la excusa de que iba a abandonar el apartamento. Al día siguiente, cuando ella regresó al domicilio, el italiano estaba allí. Los compañeros de trabajo del bar escucharon los gritos.

Paula recibió 16 puñaladas a manos presuntamente de Marco. La joven llevaba puesta la mochila en la espalda, lo que demuestra que estaba intentando huir. La última cuchillada, mortal de necesidad, se la dio por la espalda, en el costado derecho, al lado de la puerta.

Marco se cambió de ropa, se lavó las manos en el baño y huyó, aunque no pudo llegar muy lejos. Una patrulla de la Policía Local de Torremolinos lo sorprendió cuando intentaba forzar una puerta de madera de un complejo residencial para continuar su huida.

Por todo lo anterior, la Fiscalía solicita 28 años de condena para Marco por el crimen de Paula -el de Sibora aún está en instrucción- al apreciar las circunstancias agravantes de parentesco y de género. También pide que se le prive de la patria potestad del hijo que tienen en común. En cuanto a la responsabilidad civil, solicita que el acusado abone casi 700.000 euros en indemnizaciones.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur La amenaza de Marco a Paula antes de asestarle 16 puñaladas: «Te voy a hacer lo mismo que a Sibora»