«No entiendo cómo puede haber personas que hagan tanto daño»

Más de cien vecinos de Jubrique han sido realojados en Algatocín que ha habilitado dependencias municipales para atender a los afectados por el incendio de Sierra Bermeja. La localidad es un ir y venir de personas y profesionales que intentan tranquilizar y acoger a los jubriqueños ante esta pesadilla.

Los algatocileños se han volcado en cuanto a la proporción de comida y agua, también de cariño, y están recibiendo donaciones de otras localidades como Benalauría, Cortes y Benarrabá, entre otros muchos.

«No entiendo cómo hay personas que puedan hacer tanto daño, pero hay gente para todo», expresó María Cavas, de 84 años. Ella, como sus vecinos, ha tenido que abandonar su casa esta madrugada, sin saber cuándo podrá regresar. «Estaba durmiendo, me despertó la sirena y pensé 'esto sigue fuerte'. Estamos muy apenados y preocupados, se nos están quemando los campos, esa preciosidad de sierra que teníamos», lamentó tomando un vaso de agua en el Salón de la Juventud, donde se concentran la mayoría de los desalojados.

«El pueblo se ha quedado vacío...», añadió, Remedios Aguilar, con una bebé de cinco meses. «Lo que se ha quemado no lo conocemos ya verde ninguno, ninguno de los nacidos», dijo Salvador Aguilar, entre la preocupación y la calma puesto que «no podemos solucionar nada, contra la Naturaleza no hay quien pueda», expresó.

Antonia Márquez, junto con su madre anciana, no sabé cuándo podrá volver a su vivienda: «Ya tuvimos un susto en junio (por el anterior incendio que quemó 400 hectáreas) y ahora esto...», afirmó y también mostró su indiganción: «Ha sido intencionado, claro que estamos cabreados...».

El alcalde de Jubrique, Alberto Benítez, se encuentra en Algatocín, al que se mostró muy agradecido, atendiendo a sus vecinos.

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