Alarma vecinal en Segalerva tras el segundo incendio intencionado en menos de una semana

Las llamas y el humo afectaron además a la parte exterior de una vivienda donde reside una familia con dos niños de uno y cuatro años que tuvieron que refugiarse en la parte trasera hasta que los bomberos lograron extinguir el fuego. Los hechos fueron denunciados y la investigación de este primer incendio se mantiene abierta por parte del grupo del distrito centro de la Policía Nacional de Málaga.

Sin recuperarse del susto y solo cinco días después, el viernes, 20 de mayo, ardía una vivienda deshabitada que quedó completamente calcinada. Se trata de la casa contigua a la que se vio afectada por las llamas el domingo anterior. Esta vez el fuego se originó pasadas las seis y media de la mañana y tal y como ha denunciado la dueña del inmueble, la cerradura había sido previamente forzada.

Fue uno de los vecinos de la calle paralela (Vicente Gómez de Cádiz) quien se percató del humo y las llamas cuando salía de camino al trabajo. Inmediatamente dio la voz de alarma a los vecinos de las casas contiguas a las que se había originado el incendio para evitar que pudieran quedar atrapados o resultaran intoxicados por el humo.

«Ha venido a tocarnos la puerta porque teníamos el fuego pared con pared. Menos mal que nos ha avisado a todos porque sino no sabemos qué hubiera pasado. Estábamos dormidos», explica uno de los vecinos.

Como hizo la madrugada del pasado domingo (cuando sofocó el incendio de las motos y el coche a escasos metros de su puerta) sacó la manguera por la terraza superior para tratar de sofocar las llamas mientras esperaban la llegada de los bomberos. «Así no podemos estar. Esto no tiene sentido y al final va a haber una desgracia», lamenta.

Tras el aviso recibido por el 112, el servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Málaga se personó en torno a las 7:00 horas en el inmueble con la dotación completa para incendios en viviendas -dos autobombas, una escala y la ambulancia- aunque finalmente y gracias a la rápida actuación de los vecinos, ninguno tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios.

Los bomberos estuvieron realizando labores de extinción, refrescando el interior y derribando posibles vigas que presentaban peligro de desprendimiento durante unos cincuenta minutos. La dueña del inmueble, una mujer de 75 años, lamenta el estado en el que ha quedado su propiedad. « No hay derecho a levantarte y encontrarte esto. Tenía ahí mis herramientas, mis enseres y algún que otro mueble. Vivo muy cerca y paso por aquí casi todos los días, la casa estaba perfectamente y ahora ha quedado todo arrasado», comenta visiblemente afectada.

«Estás trabajando cuarenta años para tener tus cosas y mira lo que pasa. El otro día las dos motos, el coche y la casa de al lado en la que viven niños pequeños…Estamos muy asustados, hay mucha preocupación en el barrio porque es todo muy extraño», comenta la dueña. «O vienen a hacer daño a alguien o no me lo explico, porque no tiene sentido. Como para dormir tranquilos», afirma la mujer, que denunció los hechos en comisaría donde mantienen abierta la investigación para esclarecer las causas de este segundo fuego.

La vecina de la vivienda afectada por el incendio del pasado fin de semana comparte indignación y malestar y al igual que el resto de vecinos no se explica el por qué de lo ocurrido. «Nosotros, gracias a Dios que estábamos despiertos y pudimos coger a los niños y refugiarnos en la parte de atrás de la casa porque se escuchaban pequeñas explosiones por el fuego de las motos y del coche. Desde el domingo estamos viviendo en casa de unos familiares y no nos fiamos de volver aquí. Si el olor a humo antes era insoportable con este nuevo incendio no se puede estar», asegura.

Para tratar de encontrar una solución que les devuelva la tranquilidad que aseguran siempre ha reinado en la zona están dispuestos a unirse y turnarse para organizar patrullas nocturnas que les mantengan a salvo de futuros incidentes.

«Ya que la Policía no hace nada, porque prácticamente ni aparece por aquí, tendremos que hacer algo nosotros. Necesitamos más seguridad porque ahora mismo estamos todos con muchos nervios y si hay que salir a dar vueltas, se sale», comentan convencidos los vecinos, que empiezan a intercambiar sus teléfonos para crear un grupo de patrulla. Pero no solo en Teniente Segalerva Ruiz se están organizando, también los residentes de la vía paralela, la calle Regimiento, han empezado a coordinarse para prevenir cualquier tipo de incidente como el sufrido la noche del segundo incendio, cuando varios vehículos amanecieron con las ruedas pinchadas.

Además de la vigilancia en las calles barajan la posibilidad de instalar cámaras de seguridad a las puertas de las viviendas con el fin de que los actos delictivos como los dos que han sufrido en menos de una semana queden grabados. «No es normal que en cinco días ardan dos motos, un coche y una casa. El miedo que tenemos es que cualquier noche prendan fuego a otra y que se lleven a una familia por delante», añade otra vecina.