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Mediodía del pasado viernes en Torre del Mar. Una vigilante de las bolsas de aparcamiento que gestiona la asociación Amivel, de personas con discapacidad, observa como el conductor de un vehículo golpea a otros mientras aparca en las inmediaciones de la plaza de la Paz. Le llama la atención, pero el hombre hace caso omiso y continúa. Entonces la trabajadora, de 62 años, viendo los daños que está provocando en el automóvil estacionado, le dice que va a proceder a tomar la matrícula y comunicárselo a sus encargados. En ese momento, el conductor se baja del coche y le propina supuestamente un «fuerte empujón», que la hace caer al suelo con violencia.
El presunto agresor, ni corto ni perezoso, ante la mirada atónita de los testigos, se marcha del lugar, sin socorrer a la víctima. La mujer fue trasladada al centro de salud torreño, donde fue atendida en urgencias de una fuerte contusión en una rodilla y dolores en una pierna, según ha informado a SUR Cristina Quintero, la presidenta del colectivo veleño que desde 1996 se encarga de la vigilancia de las bolsas de aparcamientos, a cambio de un donativo de un euro.
«Malas formas tenemos siempre, pero es la primera vez que ocurre algo tan grave como una agresión física, es algo que no podemos tolerar ni permitir, además un día después del Día Internacional contra la Violencia de Género», ha manifestado Quintero, quien ha destacado que su labor, tal y como recoge el acuerdo plenario adoptado en 1996, incluye también el control de los posibles daños en los vehículos aparcados por parte de otros conductores por los vigilantes, que son todos personas con discapacidad física y/o intelectual, con un grado reconocido de al menos el 33%, contratadas por el centro especial de empleo.
Según ha podido saber SUR, el presunto agresor ya ha sido identificado por la Policía Nacional tras la interposición de la denuncia por parte de Amivel. El colectivo gestiona además desde 2015 la zona azul, con unas 300 plazas entre Vélez-Málaga y Torre del Mar. En total, son unos 25 trabajadores. El pasado julio en Nerja se produjo otra agresión a un vigilante de aparcamientos con discapacidad de la asociación El Taller de la Amistad. Ocurrió en el acceso a la playa de Maro, cuando un grupo de turistas de Madrid la emprendió a golpes con el empleado después de que éste les dijera que no podían cruzar con su vehículo la barrera de seguridad al estar lleno el aparcamiento.
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