Acusan a un joven de desfigurar con un machete a un menor en una noche de fiesta en Benalmádena

Nunca olvidará lo que pasó aquella noche que salió de fiesta junto a su hermano y un amigo a una discoteca de Benalmádena. Una cicatriz le recorre la cara para recordárselo, algo por lo que ahora se sientan en el banquillo de los acusados los presuntos autores de la agresión que sufrió junto a sus acompañantes. La Fiscalía mantiene que uno de ellos portaba un machete con el que cortó el rostro del menor, mientras que otro de los procesados le dio una patada en la misma zona de la cabeza «para rematar la acción».

Los hechos tuvieron lugar el 23 de febrero de 2013, cuando los procesados se desplazaron en dos coches hasta Benalmádena para pasar una noche de ocio en la discoteca KIU, ubicada en la plaza Solymar. Hasta allí también acudieron, con idéntico fin, las tres víctimas, siendo una de ellas menor de edad en esos momentos, pues contaba con 17 años. Iba junto a su hermano y a un amigo en común.

Los tres jóvenes llegaron en un Mercedes que aparcaron en una zona en la que el grupo de agresores, según el escrito de acusación de la Fiscalía, se encontraban haciendo botellón. No se conocían de nada y cruzaron unas palabras sobre las características del vehículo.

Cuando las víctimas entraron en la discoteca, los otros chicos, de nacionalidad española y de entre 33 y 28 años de edad; aprovecharon para provocar daños en el coche. En concreto, fueron dos de ellos los que patearon el retrovisor del vehículo hasta arrancarlo.

Los problemas empezaron dentro del local. Sobre las dos de la madrugada, el dueño del coche se dirigió al grupo de agresores para preguntarles si sabían quién había dañado el Mercedes, sin obtener ningún reconocimiento de los hechos por su parte.

En los servicios del local

Así lo afirma el Ministerio Público, desde donde se precisa que, más tarde, sobre las 04.30 horas, le pidieron que fuera a los servicios de la discoteca. Allí se habría producido una discusión por los desperfectos del coche, momento en el que uno de los procesados, supuestamente, le rozó con una navaja en el ojo izquierdo y le dio un puñetazo en la cara.

Los porteros separaron a los dos grupos pero no echaron a nadie del establecimiento, según la Fiscalía. Precisa que, por ello, volvieron a encontrarse en otra sala de la discoteca. Entonces, en el escrito se explica que los agresores tiraron al suelo al menor y lo patearon, mientras que también golpearon a su hermano y al amigo que los acompañaba.

Actuación de los porteros

El Ministerio Público carga contra la actuación de los porteros. Explica que, aunque los separaron, no vigilaron para que no se volvieran a encontrar. Tampoco garantizaron, a su parecer, la incautación de cualquier objeto punzante o arma blanca, ni antes de entrar al local, ni una vez que intervinieron en el altercado.

De hecho, el enfrentamiento continuó cuando echaron del establecimiento a los chicos. Dos de los procesados, siempre según la Fiscalía, se dirigieron a las víctimas. Uno de ellos llevaba un machete de 25 centímetros con el que atacó a una de ellas, que logró esquivarlo y solo sufrió un arañazo en el cuello y en el brazo.

Después se dirigió al menor, que se encontraba sentado en unas escaleras. Al parecer, le atacó con el machete y le hizo un corte en la cara. El otro procesado se acercó también a la víctima y, para rematar la acción, le habría dado una patada en el rostro, huyendo a continuación ambos agresores.

Las lesiones

Dos de las víctimas sufrieron heridas leves, sin embargo, el menor tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de la lesión, que le afectó a la mejilla izquierda y al pabellón auricular del mismo lado del rostro, con afectación de arteria facial. Precisó de control de neurología, psiquiatría y cirugía plástica tras la agresión, curándose las heridas en 180 días.

Sin embargo, le han quedado secuelas como una cicatriz que le recorre toda la mandíbula hasta la oreja. Al respecto, desde la Fiscalía se indica que es improbable que se pueda hacer alguna reparación de cirugía plástica que permita disminuir la intensidad de esta secuela.

Tras hacer este relato de los hechos, el Ministerio Público indica que los cinco procesados son responsables de varios delitos de lesiones en distinto grado. Para los dos principales acusados solicita ocho años de prisión, mientras que la pena mínima que pide para otro de ellos es de 900 euros de multa.

Asimismo solicita una serie de indemnizaciones para las víctimas, que van desde 180 euros para el amigo de los hermanos hasta los 61.290 para el menor. Al respecto, la Fiscalía considera que la discoteca es responsable civil subsidiaria y solidaria de varias de ellas.

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