Acusan a un joven de agredir sexualmente a un amigo durante la feria de Fuente de Piedra

Quedaron y se fueron a un lugar apartado. Allí iban a mantener relaciones sexuales, sin embargo, ante la brusquedad de su amigo, la víctima quiso cortar el acto. Pero el procesado no lo aceptó y acabó agrediéndola sexualmente, hasta que ésta pudo escapar y pedir ayuda. Así considera la Fiscalía de Málaga que actuó un joven durante la feria de Fuente de Piedra, algo por lo que pide que sea condenado a siete años de prisión.

Los hechos tuvieron lugar el 22 de julio de 2018. Aquella noche el procesado acudió a la feria de la localidad malagueña, donde estuvo de botellón a las afueras del pueblo. El fiscal asegura que, tras consumir alcohol, se fue en busca de la víctima, un joven de -entonces- 19 años de edad del que era amigo.

Al respecto, desde el Ministerio Público se explica que el procesado, de 22 años y nacionalidad española, pretendía mantener algún tipo de relación sexual, puesto que la víctima no ocultaba su homosexualidad ni la reciente ruptura con su pareja. Tras llamarle varias veces al móvil y cruzarse varios mensajes, se encontraron sobre las 03.15 horas.

Tras conversar un rato, continúa el representante de la Fiscalía, se alejaron en la dirección que propuso el acusado, hasta encontrar un lugar totalmente oscuro y solitario en la parte trasera de una nave agrícola. Supuestamente, allí empezaron a besarse.

Sin embargo, el fiscal dice que la víctima rápidamente mostró su desagrado y quiso cortar el contacto sexual debido a los mordiscos y brusquedades que estaba recibiendo: «El procesado percibió claramente esa oposición, pero se encontraba en estado de gran excitación y no quiso asumir la decisión del compañero».

En el escrito de conclusiones provisionales, se precisa que el acusado reaccionó ante la negativa a base de actitudes, palabras y gestos agresivos, lo que sorprendió, desconcertó y amedrentó a su amigo. Para presionarle aún más y doblegar su voluntad, el fiscal afirma que el procesado le asustó y le despojó del bolso donde guardaba el móvil. Al parecer, lo lanzó a la oscuridad, logrando de esta forma «que la víctima se sintiera indefensa y a su merced».

Desde el Ministerio Público se indica que el procesado desnudó entonces a su amigo y, aunque éste empezó a llorar, lo agredió sexualmente. El joven, que se resistió, logró encontrar su bolso y recuperar el teléfono móvil, «haciendo varias llamadas que sistemáticamente interrumpía el procesado para dificultar su localización».

Siempre según el fiscal, el acusado no pudo impedir que su amigo se escapara. El chico se alejó en la oscuridad, semidesnudo en un estado de gran confusión, hasta alcanzar una zona iluminada donde se encontró con dos chicas que le prestaron ayuda. Sobre el procesado indica que observó la escena y que entonces desistió de la persecución, optando por retirarse.

Tras hacer este relato de los hechos, el representante del Ministerio Público insiste en que el procesado es responsable de un delito de agresión sexual. Por ello, solicita a los magistrados de la Audiencia Provincial que juzgarán este caso en la Ciudad de la Justicia que condenen al joven a la citada pena de prisión.

Asimismo, pide que se le imponga la prohibición de comunicarse con la víctima durante siete años y otros cinco de libertad vigilada. Finalmente, el fiscal estima que la víctima tendría que ser indemnizada con 10.000 euros por los daños morales sufridos.

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