Valle Sallés, vicepresidenta de la Fundación Juegaterapia. R. C.

Valle Sallés

Vicepresidenta de la Fundación Juegaterapia
«Cuando ves niños enfermos, dejas de dar importancia a tonterías»

Vermú de domingo ·

Alegran las vidas de los peques enfermos de cáncer y contribuyen a la investigación gracias a la venta de los Baby Pelones

Domingo, 5 de enero 2025, 00:47

Todo empezó en 2010 con una videoconsola en desuso y que se entregó a un niño con cáncer. Fue el primer paso para la puesta en marcha de Juegaterapia, fundación de la que es cofundadora y vicepresidenta Valle Sallés y que ayuda a niños enfermos ... de cáncer a través del juego. «Jugando desconectan, generan endorfinas, y cambia su actitud frente a la enfermedad», afirma Sallés. Juegaterapia humaniza los espacios hospitalarios pediátricos y loa hace más amables para los pequeños pacientes oncológicos. El motor del proyecto son los Baby Pelones, muñecos que se inspiran y acompañan a los niños que luchan contra la enfermedad desde hace diez años.

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-Los Reyes Magos traerán nuevas videoconsolas y 'tablets'. Las viejas se pueden donar a Juegaterapia, ¿no?

-Exacto. En vez de dejarlas en un cajón, qué mejor que donarlas para que los niños ingresados puedan disfrutarlas y entretenerse.

-Así comenzó la fundación.

-Sí. Mónica (Esteban, presidenta y cofundadora de Juegaterapia) y yo trabajábamos juntas y me comentó que a su marido le habían regalado una videoconsola que no la usaba. La hicimos llegar a la compañera de una amiga cuyo hijo tenía cáncer. El niño, Aarón, que ya tenía videoconsola, se la dio a un peque de la habitación de al lado en el hospital. La sorpresa fue que el estado de ánimo de ese niño cambió de forma brutal cuanto empezó a jugar.

-Y comenzaron a recoger videoconsolas usadas.

-Sí. Mónica escribió un 'e-mail' a todos los compañeros diciendo que donaran las consolas que no utilizaran. A cambio los invitábamos a café y donuts. Las guardábamos en un despacho y las limpiábamos a la hora de comer. Hicimos la primera donación a La Paz.

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-En 2014 llegaron los Baby Pelones, pero les costó dar con una empresa juguetera que los fabricara.

-Sí. «¿Un muñeco calvo? ¡Pero qué dices!» le dijeron a Mónica al contar la idea a una juguetera. Pero apareció la fábrica de muñecas Arias, empezamos con los primeros embajadores de los muñecos y fue un éxito increíble. Los muñecos representan uno de los momentos más difíciles del tratamiento oncológico, la caída del cabello. Nacieron como forma de acompañamiento y son un símbolo del cáncer infantil. Se han vendido más de dos millones en estos diez años. Son los muñecos solidarios más vendidos.

-Hablaba de los embajadores de los Baby Pelones.

-De Vicky Martín Berrocal, Amelia Bono, Alejandro Sanz, Shakira, Laura Pausini, David Bisbal, Manuel Carrasco, Camilo, Sebastián Yatra, Paula Echevarría… una lista larguísima. También Disney que permite llevar el cine a los hospitales. Construimos además jardines y salas de juegos, o convertimos las habitaciones de aislamiento en estaciones lunares. Se trata de humanizar los espacios. En la fundación decimos que los médicos les curan su enfermedad y nosotros el alma.

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-Han realizado 50 proyectos de humanización en 23 hospitales.

-Comenzamos a visitar cada viernes a los niños en los hospitales de Madrid y vimos que no eran espacios adecuados para ellos. Allí van a curarse, pero estar en un entorno amable adecuado a ellos es mucho mejor: todo influye muchísimo en su ánimo. El primer proyecto fue un jardín en una azotea en desuso. Lo inauguramos en junio, y en septiembre una mamá nos dijo una frase que se nos quedó grabada: «Gracias, porque nos habéis salvado el verano». Para los niños es maravilloso poder salir de las cuatro paredes de la habitación, pasear por el jardín, ver el cielo y sentir el aire en la cara. Hemos construido cinco jardines y el sexto se inaugura en Málaga en primavera.

-También han creado becas de investigación en oncología infantil.

-Seis, incluso en Portugal, Italia, y México, donde también se venden los muñecos. Se financian becas en el CNIO y en el GEIS, que estudia el sarcoma de Ewing, porque uno de nuestros pelones lo hizo Elena Huelva, una adolescente que padeció esa enfermedad y quería que la beca fuera para el GEIS. Hemos dado ya casi 200.000 euros solo con la venta de su Baby Pelón.

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-¿Cuántas veces ha llorado tras salir de un hospital?

-Pasamos momentos duros, pero se quedan más los momentos bonitos y alegres. Cuando decimos a los niños que les vamos a regalar una consola no te imaginas la cara que ponen. Nos dan mucho cariño, y alucinarías con lo maduros que son. De vuelta a casa, Mónica y yo nos abrazamos y decimos «tenemos el mejor trabajo del mundo». Así que compensa, porque nos quedamos con todos los peques que hemos visto durante estos años.

-¿Vivir circunstancias tan difíciles cambia la valoración de las cosas?

-Totalmente. Los valores te cambian por completo. Si ves a niños que en lugar de estar jugando están enfermos en los hospitales, te das cuenta del valor de las cosas y dejas de quejarte y de dar importancia a tonterías.

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