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En los últimos días hemos visto imágenes de coches volcados en vías urbanas de Málaga.Aparentemente, los vehículos no habían chocado contra ningún gran objeto y se encontraban en una recta, un hecho que hace que la gente se preguntara: ¿cómo es posible que un ... coche vuelque en una recta si en principio no choca contra nada?
El subinspector Pedro Banderas de la Policía Local de Málaga explica que existen sobre todo tres motivos para que los vehículos vuelquen en una vía urbana, diferentes en parte a las causas que se dan en las vías interurbanas.
Dejando a un lado la explicación técnica, que hace alusión a la salida de la superficie de sustentación del vehículo de la proyección del centro de gravedad de este, las tres situaciones más comunes son:
Exceso de velocidad al realizar un giro cerrado: el vehículo lleva una velocidad superior a la que debería a la hora de realizar un giro y debido a ello, el centro de gravedad se sale de la superficie de sustentación del vehículo, es decir, de la zona de las ruedas, y vuelca.
Existencia de obstáculos bajos y laterales: el vehículo “tropieza” con un obstáculo, como una valla, mediana o bordillo, que provoca el levantamiento de este y su posterior vuelco.
Colisión con otro vehículo: el impacto de una fuerza lateral provoca una fuerza superior que hace que el vehículo impactado se eleve y vuelque.
En el caso del siniestro que se dio en el Paseo de Sancha, parecía según las fotos y vídeos que el vehículo negro no había colisionado con nada, pero en realidad, según explica la Policía Local, el coche golpeó con la parte inferior de la rueda de otro vehículo que estaba estacionando, hecho que le hizo volcar. Al ser un coche alto, su centro de gravedad era más elevado y al sobrepasarlo, volcó. Dándose así la segunda causa para accidentes de este tipo: un obstáculo bajo y lateral.
Por otro lado, David Lanzas, responsable de Área de Producción de las Autoescuelas Torcal, explica que hay varios factores que pueden aumentar la probabilidad de vuelco de un vehículo: su altura (a más altura, más facilidad de volcar); su carga (cargas pesadas en la parte superior o muy altas dentro del vehículo elevan el centro de gravedad); el estado de la suspensión (un mal estado o que esté muy blanda facilita el vuelco); que carezca de sistemas de seguridad activa, como el ESP (Control electrónico de estabilidad), y que la presión de los neumáticos sea muy baja.
De hecho, para Lanzas, “el principal motivo son las distracciones que se dan cuando nos acercamos a nuestro domicilio o destino final, ya que el conductor se confía”. En estos tramos se realizan conductas que nos despintan de la carretera, como coger el móvil, mirar a los niños, etc. hasta el punto de que se ha creado el nombre de “accidente solitario”. Al realizar estas acciones, el vehículo se desvía y al intentar maniobrar de nuevo se pueden dar factores como subirse a una mediana, colisionar con un escalón o volcar al salirse de la vía.
Para detallarlo, pone el siguiente ejemplo: “En un tramo, aparentemente sencillo, distraemos la atención y nos desviamos de la trayectoria. Al recuperar la atención y mirar de nuevo a la vía, observamos que el vehículo se va a salir de esta o va a haber una colisión.
En ese instante la reacción más habitual, aunque no la más segura, es pegar un volantazo y frenar con la máxima intensidad tratando de evitar el impacto. Lo malo es que con ello lo que hacemos es colocar el vehículo lateralmente facilitando la posibilidad de vuelco al impactar con un bordillo o algún objeto a la altura de la rueda.
A este hecho hay que sumarle que solemos llevar los neumáticos con una presión muy baja (se recomienda comprobarlos una o dos veces al mes). La baja presión en las gomas afecta a su capacidad para deformarse y adaptarse a los cambios de dirección, lo que facilita que, en los casos extremos en los que se requiere de un fuerte apoyo (como una esquiva de emergencia), puede llegar a producirse un desllantamiento, o lo que es lo mismo, que el neumático se salga de la llanta en pleno movimiento del vehículo.
Al ocurrir esto, la llanta toca el suelo, haciendo de ancla y dando lugar al vuelco del vehículo”.
Como explica el subinspector Banderas, “los vuelcos son unos accidentes muy aparatosos y suelen tener un resultado grave, hasta el punto de que de los cinco fallecidos que llevamos este año, dos de ellos se dieron en un accidente con vuelco”.
Pese a todo, el número de accidentes que se producen con vuelco en vía urbana no es muy elevado, ya que la velocidad es un factor principal y en ciudad se suelen dar velocidades menores. En el caso de Málaga capital, en lo que llevamos de año se han dado 25 accidentes con vuelco, aunque muchos otros, en los que también se han producido, no son considerados como tal al no ser el principal detonante.
En España en cambio, la DGT informó en 2016 que el número de accidentes con vuelco en vías interurbanas era de 1.023, mientras que el de las vías urbanas era de 1.543.
Por último, cabe destacar que ambos profesionales indican que en un accidente de este tipo el uso del cinturón es algo vital para evitar lesiones de gran envergadura. Se recomienda además que ni los heridos ni los que intenten ayudarles quiten el cinturón hasta que lleguen los servicios de emergencia por posibles lesiones internas que no se aprecien a simple vista.
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