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irma cuesta
Sábado, 16 de febrero 2019, 00:15
Ha pasado de ilustrar vallas publicitarias a conquistar las redes sociales. El diseñador gráfico holandés Ard Gelinck tuvo una genial inspiración el día que se le ocurrió celebrar un reencuentro virtual entre muchas de las grandes estrellas que pueblan el universo de la fama y ... ellos mismos, pero un montón de años atrás. Gracias a su dominio de la imagen y al milagro de la tecnología, Ard reúne a famosos personajes del celuloide y la escena, desde Julia Roberts a Elton John, pasando por Lady Gaga o Leonardo diCaprio, con una versión juvenil de sí mismos y los hace posar en una pirueta espacio-temporal imposible. El resultado, una colección de retratos que está teniendo un enorme éxito planetario.
No es el suyo el clásico ataque de nostalgia al estilo #10yearchallenge (reto de diez años), el 'hashtag' que parece haber vuelto locos a millones de internautas por compartir en las redes sociales cómo eran hace una década. Estamos hablando de un concienzudo trabajo, digno de un cirujano gráfico, en el que el artista presenta a su personaje interactuando consigo mismo. Unos se enlazan con su otro yo mirando a la cámara en un gesto compartido de camaradería;otros se abrazan como si fueran padre e hijo y no una misma persona, y hay quien se rinde a sí mismo un sentido tributo. Es el caso de Madonna, ataviada con el mismo albornoz blanco, que besa con mimo su propia mano del pasado.
Ard Gelinck lleva más de un año inmerso en este proceso de Photoshop. Acaba de presentar el resultado de su trabajo y sus fotografías se han hecho virales (acumula ya más de 14 millones de seguidores en Instagram), dejando a criterio del público el veredicto sobre quién de esa nutrida cohorte de personajes conocidos ha envejecido mejor.
Esa galería de famosos de viaje por el tiempo incluye a la fantástica Vivian de 'Pretty Woman' abrazada a una aún despampanante Julia Roberts; a un abotargado Sylvester Stallone retando al afilado Rocky que encarnó en los años 70, o a la Emma Watson que daba sus primeros pasos en la industria del cine acompañando a Harry Potter posando con el icono sexy en que hoy se ha convertido. Junto a ellos, Tom Cruise, Leonardo diCaprio, Jennifer Aniston, Tom Hanks, Will Smith o Barack Obama, exhibiendo por duplicado un antes y un después. Todos encantados de haberse reconocido, aunque no haya un tiempo establecido para estos encuentros interestelares. El artista holandés lo mismo coloca cara a cara a su personaje veinte, treinta o incluso cuarenta años después frente al atractivo personaje que fue en pleno esplendor juvenil. Incluso a alguna figura, como Michael Jackson, el autor lo funde en un triple salto vital y lo muestra interactuando consigo mismo en tres momentos distintos de su existencia.
Ard Gelinck, que aún no es capaz de asimilar el éxito que está teniendo su iniciativa, comenzó su particular camino hacia la fama publicando sus fotomontajes en Instagram y Tumblr. Más tarde, en vista del éxito, decidió abrir una cuenta exclusiva para sus trabajos en la que lleva ya más de 230 publicaciones. «Es un hobby, aunque también acepto encargos para ganarme un extra», ha contado el autor al diario holandés 'AD', en una entrevista en la que reconoce que utiliza fotografías tomadas de Google, lo que ya le ha costado lidiar con más de una reclamación por derechos de autor. «Hago esto por diversión, no para uso comercial», se justifica. Confiesa, sin embargo, que en estos últimos días le llueven encargos de clientes que quieren una imagen propia con parientes ya fallecidos.
Mientras se prepara para hacerse de oro a base de obrar el milagro, el mago del Photshop explica que, mientras otros pasan el rato sentados frente al televisor, cuando él llega a casa enciende la radio, se prepara un café y comienza a enredar en su ordenador. Fue en ese ambiente creativo en el que le surgió la idea de confrontar a cantantes, actores, modelos e incluso reyes (no falta en su galería el retrato doble de Guillermo y Máxima, sus monarcas) con ellos mismos antes de que el paso del tiempo, como en el caso de Richard Gere, tiñera de blanco sus sienes.
El éxito estratosférico en que se ha convertido el trabajo de Gelinck no solo se refleja en los millones de seguidores que aplauden su obra en las redes, sino en los 'me gusta' de algunos de sus protagonistas. Hace solo unos días, Tina Turner, la indiscutible reina del rock, compartió la imagen en la que se abraza radiante a sí misma. Inmediatamente, 53.000 seguidores de la diva de Tennessee aplaudieron la ocurrencia.
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