El secretario de Benedicto XVI da un paso atrás

El semanario católico alemán 'Die Tagespost' anunció este miércoles que Jorge Mario Bergoglio habría concedido un permiso laboral indefinido al arzobispo alemán, relacionando este hecho con el controvertido episodio del libro, mientras que otras fuentes aseguraron que su ausencia estaría relacionada con un empeoramiento en las condiciones de salud de Ratzinger, que dentro de dos meses cumplirá 93 años. Gänswein vive junto al Papa emérito en el monasterio Mater Ecclesiae, situado dentro del Vaticano.

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El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó la falta del arzobispo alemán estas últimas semanas en algunos actos públicos de Francisco diciendo que se debía a «una redistribución ordinaria de los varios compromisos y funciones del prefecto de la casa pontificia que es, además, el secretario particular del Papa emérito». No aclaraba si la mencionada «redistribución ordinaria» había sido exigida por Bergoglio, estaba relacionada con el estado de salud de Ratzinger u obedecía en cambio a algún otro motivo.

Tras ser considerado durante años el monseñor más atractivo de la Curia romana, Gänswein se vio en el centro de la polémica con la publicación del libro 'Desde lo más profundo de nuestros corazones', escrito por el cardenal Robert Sarah, figura de referencia para el sector eclesial más incómodo con Francisco, con la colaboración de Benedicto XVI. El volumen fue visto como una intromisión de Ratzinger en el pontificado de su sucesor, ya que en los próximos días se presentará la exhortación apostólica de Francisco donde recoja sus conclusiones tras el Sínodo de la Amazonia. En este nuevo texto magisterial se espera que afronte la espinosa cuestión de la ordenación sacerdotal de hombres casados en zonas remotas de esta región con escasez de curas, una posibilidad que apoyaron la mayoría de los participantes en la asamblea sinodal del pasado octubre.

La controversia que rodeó la llegada a las librerías de 'Desde lo más profundo de nuestros corazones' desgastó mucho a Gänswein, por ser la persona más cercana a Benedicto XVI y quien, en principio, debería haberle aconsejado sobre las interpretaciones que iban a hacerse si colaboraba con Sarah en la redacción de un libro sobre la importancia de mantener la obligatoriedad del celibato para los sacerdotes de rito latino. La Iglesia católica de rito oriental, en cambio, sí que permite que haya curas casados. Lo mismo ocurre con los presbíteros que provienen de las comunidades luteranas y anglicanas y pasan a la comunión con Roma.