Todacitan: así es el medicamento para dejar de fumar que ya financia la sanidad pública

El principio activo de este fármaco es la citisina, una sustancia de origen vegetal, con un efecto similar (aunque más débil) al de la nicotina, que está autorizada para el tratamiento de la dependencia al tabaco y la reducción de la ansiedad generada por este hábito. «El uso de Todacitan permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia», apunta el prospecto.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca una mayor eficacia de la citisina en comparación a los parches y chicles de nicotina, y menor en lo que se refiere a la vareniclina (principio activo del medicamento Champix, retirado del mercado). «Sabemos que comparado con placebo, la citisina aumenta más de tres veces la probabilidad de dejar de fumar», detalla.

En ensayos clínicos, añade la OCU, se ha comprobado que, a los seis meses de haber finalizado el tratamiento, un 22% de las personas que habían usado citisina permanecían sin fumar frente a un 15% de los que habían usado los productos a base de nicotina. Y, sin embargo, comparado con la vareniclina se veía que, a los seis meses de seguimiento, un 11,7% de los que habían usado citisina se mantenían sin fumar frente a un 13,3% de los que habían usado la vareniclina.

El Todacitan está contraindicado en personas con problemas de corazón (angina inestable, infarto de corazón reciente, arritmias); que hayan sufrido un evento cerebrovascular reciente, y en mujeres embarazadas y durante el periodo de lactancia.

Asimismo, se recomienda no usar este medicamento en personas de más de 65 años, menores de 18 años y en quienes sufren problemas de hígado o de riñón debido a la ausencia (o poca) experiencia clínica de uso en este tipo de personas.

En cuanto a sus efectos adversos, los más frecuentes (a más de 1 de cada 10 usuarios) son mayor apetito, aumento de peso, mareos, irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, aumento de la presión arterial (hipertensión), sequedad de boca, diarrea, erupción cutánea, agotamiento, trastornos del sueño (insomnio, somnolencia, letargo, sueños anormales, pesadillas), dolores de cabeza, aumento de la frecuencia cardíaca, náusea, alteración del gusto, ardor de estómago, estreñimiento, vómitos, dolor abdominal y dolor muscular.

Con menor frecuencia (entre 1 y 10 de cada 100 usuarios) se puede dar dificultad para concentrarse, frecuencia cardiaca lenta, distensión abdominal, ardor en la lengua o malestar general.

Y raramente notificados (afectan a entre 1 y 10 de cada 1000 usuarios), sensación de pesadez en la cabeza, disminución de la libido, lagrimeo, disnea, aumento de esputo, salivación excesiva, sudoración, disminución de la elasticidad de la piel, cansancio, aumento de los niveles séricos de transaminasa.

La mayor parte de estos efectos adversos se producen al principio del tratamiento y desparecen a lo largo del mismo. El prospecto del medicamento indica que algunos de estos síntomas pueden deberse, no al tratamiento en sí, sino como consecuencia del propio hecho de dejar de fumar como, por ejemplo, los síntomas de abstinencia.