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En el peor escenario hay siete comunidades autónomas cuya incidencia acumulada en los últimos 14 días estará por encima de los 1.000 casos de coronavirus por 100.000 habitantes a final de semana. Extremadura, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y La Rioja conservarían el millar que ahora alcanzan y se uniría Aragón, además de la ciudad autónoma de Melilla. Es uno de los resultados que se extrae del modelo matemático aplicado por Santi García Cremades, si bien cada uno de los territorios muestra un desarrollo dispar ante el avance de la pandemia.
En el mejor de los casos, las variaciones serán menos acusadas, pero aun así habría cinco regiones por encima del millar. A saber: Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia y La Rioja.
Cabe recordar que, según los indicadores del documento 'Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19' aprobado por Sanidad y que sirve de guía a las comunidades, se considera riesgo extremo cuando la incidencia acumulada a 14 días es mayor de 250. Todas las regiones excepto Canarias sobrepasan esa cifra.
Sobre el cálculo realizado por García Cremades, el matemático utiliza un modelo univariable, basado en la experiencia y en el que utiliza series temporales (en este caso la incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes) para predecir hacia dónde va el cambio de tendencia. Los resultados no son infalibles -todos los modelos predictivos tienen su porcentaje de error- pero ayudan a poner contexto a los datos.
Poniendo como ejemplo el día 25 de enero, el próximo lunes, cuando se den los datos del domingo, es posible observar cómo hay regiones que ya han superado el dato mínimo calculado a partir del día 18 de enero, como Murcia o la Comunidad Valenciana. Es decir, que a no ser que se estabilice de pronto el aumento de casos, ese mínimo será una meta difícil de conseguir.
Entre todas las comunidades que pueden superar una incidencia acumulada de 1.000 contagios a final de semana es Extremadura la más afectada en este momento. Se iría hasta los 1.896 casos por 100.000 habitantes. Si bien el porcentaje de crecimiento semanal ha pasado del 50% al 30% en las últimas jornadas.
La siguiente comunidad con una predicción máxima más elevada es Murcia, con 1.548,2 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días a final de semana. Los últimos datos, de hecho, siguen de cerca la línea que marca el peor escenario con un desarrollo muy apuntado (con una curva muy vertical).
También seguirían en el millar las regiones de Castilla-La Mancha y Castilla y León, en los dos casos con predicciones máximas y mínimas muy apuntadas en los próximos días. Teniendo en cuenta, además, que Castilla y León ha duplicado su incidencia en la última semana, frente a un aumento del 70% en Castilla-La Mancha.
Es una situación similar a la que se desarrolla en La Rioja, donde la incidencia actual también supera la de la segunda ola y la predicción en el peor de los casos se cumple, por el momento. En este caso, el incremento cada siete días lleva por encima del 60% toda la semana.
La Navidad marcó un antes y un después en la lucha contra el coronavirus en España. La mayor interacción de esas jornadas, a pesar de las diferentes recomendaciones, ha disparado los casos.
Con ello, hay que tener en cuenta que durante los días festivos se presupone infranotificación de casos y de ahí que durante la época navideña hubiera algunos altibajos en los datos. Tomando el indicador de la incidencia acumulada en los últimos 14 días se reduce el 'ruido'. Además, dos semanas después del último festivo navideño se entiende que el ritmo de notificación es más estable ahora.
Así, por un lado, las medidas aplicadas en algunos territorios deberían ayudar a corregir la tendencia.
Por otro lado, explica el matemático que durante la segunda ola a nivel nacional se creó una meseta, que es el escenario ideal: cuando los contagios se estabilizan, a pesar del aumento, y los recursos sanitarios aguantan el tirón. Sin embargo, esta situación no fue igual en todas las comunidades.
Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, Aragón, Andalucía y Cataluña, con sus diferencias, vivieron una segunda ola muy marcada y se enfrentan a la tercera ola de forma dispar.
Los navarros fueron unos de los grandes damnificados en noviembre, con una incidencia acumulada en 14 días que sobrepasó los 1.000 casos. Ahora la peor predicción apunta alto, pero los últimos datos desarrollan una curva menos marcada.
Es una situación similar a la de Aragón. También con incidencias por encima del millar en noviembre, los aragoneses se plantarían de nuevo en esas cifras a final de mes en el peor caso. Con la mejor proyección, hacia la que ahora apuntan, los contagios podrían llegar a los 700 a final de semana.
En el País Vasco, cuya curva rozó los 800 casos en la segunda ola, la peor predicción a final de mes supera esos datos. No obstante, por el momento la incidencia sigue la estela del mejor escenario, que rondaría los 400 contagios acumulados por 100.000 habitantes a final de semana.
En Andalucía la ola fue más sostenida en el tiempo. El pico se alcanzó a comienzos de noviembre con cerca de 600 casos y bajó hasta los 130. Después de la Navidad los diagnósticos comenzaron a crecer y ahora la incidencia acumulada es prácticamente el doble que hace una semana.
En Asturias la curva apunta ahora al mejor escenario, pero sigue superando esos registros. También se ve cómo vuelven a subir los contagios y la peor predicción a final de mes supera de largo los 631 casos diagnosticados el 17 de noviembre.
Donde la curva de los contagios diagnosticados es más baja incluso que la mejor predicción es en Cantabria. Los casos crecen, pero a un ritmo mucho menor en comparación con el resto de España.
También se desmarca de la predicción Cataluña en este momento. En noviembre se quedó en 750 contagios y por el momento marca 600.
En la Comunidad Valenciana no habían visto una incidencia como la actual. Fue una de las regiones con más restricciones en Navidad, pero los contagios han ido en aumento. Durante la segunda ola apenas pasaron de una incidencia de 300 que queda muy lejos de los más de 1.000 casos en los últimos 14 días que marca ahora. Sigue la estela del peor de los escenarios, que vaticina 1.300 diagnósticos a final de semana.
Tampoco llegó a los 400 casos Galicia y por el momento está en 540. Eso sí, sigue por encima de la peor probabilidad, con la que alcanzaría más de 600 casos a final de semana y 800 a final de mes.
Hay que tener en cuenta que durante los días festivos se presupone infranotificación de casos y de ahí que durante la época navideña hubiera algunos altibajos en los datos. Tomando el dato de la incidencia acumulada a 14 días se reduce el 'ruido'. Además, dos semanas después del último festivo navideño se entiende que el ritmo de notificación es más estable ahora. Por otro lado, las medidas aplicadas en algunos territorios deberían ayudar a corregir la tendencia.
En Baleares, por ejemplo, se creó una meseta de final de diciembre al 7 de enero y entonces la incidencia volvió a subir. De 260 casos en la segunda ola, se quedan ahora en 670 con una proyección máxima de 800 a final de semana de la que por ahora se desentiende.
Canarias tiene la mejor incidencia acumulada del país, pero también sufrió el efecto del puente de la Constitución y el efecto navideño. Ha alcanzado el máximo registrado y apunta al mejor escenario, que seguirá subiendo hasta marcar a final de mes los 200 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
En la Comunidad de Madrid la segunda ola se registró antes que en el resto de regiones. La curva encontró su pico, próximo a una incidencia acumulada de 800 contagios, a finales de septiembre y este dato fue reduciéndose hasta principios de diciembre. Tras el puente de la Constitución, la curva volvió a subir, pero no de manera uniforme. Eso también incide en la predicción. Con el último dato conocido, la curva se aleja del camino del peor escenario, que podría marcar el día 25 los 990 casos.
En cuanto a las ciudades autónomas, teniendo en cuenta sus características propias, se aprecia cómo el pico de la segunda ola llegó a Melilla en torno al 4 de noviembre y a Ceuta siete días después. Los contagios comenzaron a subir de nuevo a finales de diciembre y en ambos casos el peor escenario marca máximos por encima de los 1.000 diagnósticos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. No obstante, ambos territorios apuntan a la predicción más favorable.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
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