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Coronavirus

Séptima ola covid: ¿Por qué están aumentando los contagios?

Los expertos sostienen que, además de la relajación en las medidas de protección, hay reducción de la inmunidad respecto a las nuevas cepas

AFP / E. PRESS

Viernes, 1 de julio 2022, 17:25

La séptima ola del coronavirus es una realidad. España, como el resto de Europa, vive un aumento generalizado de los contagios por coronavirus. Es lo que dicen las estadísticas oficiales y también la percepción e la calle, donde cada vez es más fácil encontrar positivos ... y muchos de ellos ni siquiera se comunican oficialmente, por lo que no entran en los recuentos de Sanidad. Es cierto que la presión hospitalaria no es preocupante aún y que la gran mayoría de los casos cursan con síntomas leves, pero la tendencia es de nuevo al alza, una vez que ya no hay medidas restrictivas, que el uso de la mascarilla ha pasado a segundo plano y que la vida social aflora con la llegada del verano. Todo esto ha provocado la séptima ola de contagios covid, impulsada por las nuevas variantes de ómicron, la BA.4 y BA.5.

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La variante ómicron del covid sigue siendo el virus dominante pero las nuevas subvariantes son muy contagiosos y resisten a la inmunidad de las vacunas convencionales.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, reconoce que hay una tendencia general de ascenso de casos de COVID-19, pero ha asegurado que España cuenta con «un nivel de protección adecuado». De esta forma, ha apuntado que se está intensificando la circulación del virus, especialmente en determinadas comunidades autónomas, pero ha advertido de que hay una estabilización en cuanto a la gravedad de los casos y a la ocupación de las UCI.

Esta nueva oleada se explica en gran parte por la capacidad de las nuevas variantes de eludir la inmunidad de las vacunas. Existe un relajamiento de los medidas de distanciamiento, pero también una reducción de la inmunidad.

Son más contagiosas las nuevas subvariantes y hay además más casos de reinfecciones o de infecciones entre personas vacunadas. Los síntomas siguen siendo de manera mayoritaria leves: dolor de garganta y de cabeza, tos, cansancio generalizado, fiebre...

Se sabe actualmente que la protección que otorgan las vacunas y las anteriores infecciones se pierde al cabo de algunos meses. «Las personas que se contagiaron con ómicron BA.1 en diciembre están mucho menos protegidas que a principios de año», resume a la AFP Samuel Alizon, director de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS).

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«Lo mismo ocurre con la inmunidad otorgada por las vacunas: incluso si sigue siendo robusta contra las formas severas, disminuye un poco contra las infecciones menos graves».

Pero esta nueva ola se explica también por el avance de nuevas subvariantes de ómicron, la BA.4 y sobre todo la BA.5, según los científicos. Estas subvariantes se propagan aún más rápido porque parecen beneficiar de una doble ventaja de contagiosidad y escape inmunitario.

Ya era el caso de la subvariante de ómicron BA.1, que era mucho más capaz que delta de contagiar personas vacunadas o infectadas anteriormente. Durante mucho tiempo se pensó que un contagio otorgaba protección, al menos durante algún tiempo.

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Pero con la familia ómicron parece que no es así, de acuerdo con un estudio del Imperial College británico publicado a mediados de junio. Los científicos analizaron muestras de sangre de más de 700 trabajadores sanitarios del Reino Unido. Todos habían recibido tres dosis de vacunas contra el covid-19 y habían sido infectados por la cepa histórica o variantes.

Los resultados subrayaron que las personas anteriormente contagiadas por ómicron presentaba una buena respuesta contra la cepa inicial del coronavirus y sus primeras variantes, pero débil con la propia ómicron.

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Refuerzo natural

Se pensaba que la infección con ómicron podía casi «ser benéfica, como una suerte de 'refuerzo natural'», indicó a la AFP Rosemary Boyton, co-autora del estudio. «Lo que hemos descubierto es que estimula mal la inmunidad contra ella misma, o incluso para nada en algunos casos. Esto, y el declive inmunitario tras la vacunación, pueden explicar el aumento masivo que constatamos de nuevo en los contagios, con muchas personas reinfectadas en intervalos cortos».

«Estamos frente a variantes altamente contagiosas, que son un poco agentes furtivos que pasan debajo del radar de las defensas inmunitarias. Es una verdadera complejidad del grupo de ómicron», subrayó la semana pasada Gilles Pialoux, jefe de servicio del hospital Tenon en París. Estas variantes «muy contagiosas necesitan que aumentemos el nivel de protección de los más frágiles», agregó.

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Porque, y esto es una buena noticia, las vacunas siguen siendo eficaces contra las forma grandes de la enfermedad.

Dosis refuerzo

Para la mayoría de los países europeos, la prioridad absoluta es que las personas mayores e inmunodeprimidas reciban una segunda dosis de refuerzo.

«Actualmente, el nivel de inmunidad de la población es bueno pero no perfecto», subrayaba el domingo Alain Fischer, presidente del consejo de orientación de la estrategia vacunatoria francés. «Es por ello que es necesario recomendar un refuerzo a los mayores de 60 años y a las personas frágiles cuyo sistema y memoria inmunitarios son menos robustos».

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