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La ministra de Sanidad, Carolina Darias ha invitado al de Interior, Fernando Grande Marlaska, a presidir Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este miércoles. El asunto es serio: plantear a las comunidades autónomas llegar a un acuerdo para cerrar el comercio no esencial a las 20 horas durante la Semana Santa como principal herramienta para evitar los contactos sociales durante las vacaciones. El departamento que dirige Carolina Darias está reunido desde las 16 horas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se pueda llegar a un acuerdo de mínimos para endurecer las restricciones en los próximos días para tratar de frenar la temida cuarta ola.
Según han revelado fuentes de Sanidad a este periódico, la propuesto inicial de Sanidad no pasaría por adelantar el toque de queda, sino por obligar fundamentalmente a los bares y restaurantes a echar la persiana antes del anochecer, lo que, entienden los expertos, reduciría de manera notable los temidos contactos sociales. Adelantar el toque de queda supondría tener que modificar el actual decreto de estado de alarma, el del 25 de octubre de 2020, que solo permite limitar la movilidad nocturna desde las 22 horas. El Gobierno ya recurrió -y ganó en los tribunales en su momento- la decisión del Ejecutivo regional de Castilla y León de iniciar por su cuenta el toque de queda a las 20 horas. Eso sí, el Consejo Interterritorial ya acordó que en Semana Santa el toque de que no iría más allá de las 23.00 horas y, en principio, este acuerdo se mantiene intacto.
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Esta medida de cierre temprano de la hostelería y otras que se puedan tomar se conocerán en rueda de prensa desde las 18.30 horas. Podría no ser la única restricción adicional, se sumaría a la perimetración autonómica en las comunidades peninsulares durante Semana Santa y el pasado puente de San José que fue aprobada hace dos semanas con el visto bueno de todos los territorios a excepción de Madrid, que acató la decisión del Consejo Interterritorial, aunque la recurrió ante la justicia. También ahora, con el adelanto del cierre de la actividad no esencial, Madrid aparece como principal escollo para el acuerdo unánime. Es más, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha hecho de la defensa de la hostelería una de sus banderas durante esta pandemia, hasta el punto de que Madrid ha sido, con mucho, la autonomía con medidas más laxas en bares, restaurantes y terrazas.
El departamento que dirige Darias lleva pensando en endurecer las medidas en Semana Santa desde que hace una semana las estadísticas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) confirmaran sin género de dudas que la caída de la transmisión no solo se había ralentizado hasta frenarse sino que daba ya muestras de estaba repuntando. Los técnicos del equipo que dirige Fernando Simón alertaron la pasada semana de que el cierre perimetral acordado el 10 de marzo para las vacaciones de Pascua podía haber sido suficiente en el panorama que se vislumbraba hace dos semanas, pero no para el que dibujan los pronósticos que apuntan a que es muy probable que España esté en los albores de desatar una cuarta ola, ya que la incidencia acumulada está creciendo ya en más de una docena de territorios.
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