¿Quieres mantener el cerebro en plena forma? Sigue estos consejos

«El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero para que funcione correctamente es necesario cuidarlo», tal y como apunta el doctor Juan Carlos Portilla, vocal de la Sociedad Española de Neurología, quien puntualiza que «a diferencia de otros órganos cuando tienen problemas, nuestro cerebro no duele, y puede que los primeros síntomas de las enfermedades neurológicas pasen desapercibidos tanto para los pacientes como los familiares». Por ello, es muy común que se olvide el importante papel que el cerebro tiene en la salud y no se le dedique el tiempo suficiente para fomentar su correcto estado de forma.

La Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la Semana del Cerebro 2019 que se celebra hasta el 4 de octubre, ha lanzado una iniciativa que, con el lema 'Un cerebro sano, en un cuerpo sano', quiere fomentar la importancia de cuidar el cerebro para prevenir enfermedades neurológicas.

La SEN estima que hasta un 16% de la población española puede padecer algún trastorno neurológico, lo que significa que unos siete millones de personas en España sufren algún tipo de enfermedad cerebral. La migraña, que puede mermar la calidad de vida de quienes la tienen; el ictus; enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, o la epilepsia, son algunas de las patologías neurológicas más frecuentes en España.

Pero, con un estilo de vida sano y siguiendo una serie de pautas desde edades tempranas se puede ayudar al cerebro a mantenerse en plena forma, favorecer un futuro saludable y tener una mayor probabilidad de envejecer sin secuelas neurológicas. Como enfatiza la Sociedad Española de Neurología, «los malos hábitos en edades medias de la vida pueden tener su repercusión décadas después, generando problemas cerebrovasculares o incrementando el riesgo de demencia».

Estas son la principales recomendaciones para mantener un cerebro sano:

- Estimular la actividad cerebral a través de la lectura, la escritura, el baile, participando en juegos de mesa, realizando actividades manuales, resolviendo crucigramas, viajajando, mediante la conversación o incluso aprendiendo un nuevo idioma.

- Potenciar las relaciones sociales y afectivas evitando la incomunicación y el aislamiento social.

- Evitar el estrés y tener una actitud positiva frente a la vida. La risa puede ser el mejor aliado.

- Practicar ejercicio físico moderado de forma regular y evitar el sedentarismo. Ya sea mediante la práctica de un deporte o con uno o dos paseos diarios de al menos 30 minutos.

- Llevar una dieta equilibrada. La dieta mediterránea tradicional es la ideal para el cerebro porque es baja en azúcares refinados y en grasas saturadas y rica en verduras, frutas y pescados. No se recomienda abusar de la sal y, por supuesto, se debe evitar el sobrepeso.

- No consumir tóxicos como alcohol, tabaco y drogas.

- Dormir con un sueño de calidad y con una duración adecuada. En adultos se recomienda dedicar entre 7 y 9 horas diarias.

- Controlar los factores de riesgo vascular, como la tensión arterial, la diabetes o la hiperglucemia. La hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedades cerebrovasculares como el ictus, pero también para otras muchas enfermedades neurológicas.

- Proteger el cerebro contra las agresiones físicas del exterior mediante la utilización del casco o del cinturón de seguridad. Hay que prevenir las consecuencias de los accidentes, especialmente los de carácter laboral y de tráfico.

«Hacer ejercicio físico de manera regular, evitar el sedentarismo, mantenerse activo intelectualmente y controlar los factores de riesgo vascular, como la tensión arterial o la diabetes, han demostrado beneficio para el cerebro a todas las edades, incluso en pacientes que ya padecen una enfermedad neurológica», señala el doctor Juan Carlos Portilla. «Además, actividades que fomenten la estimulación cognitiva como leer, bailar, conversar, acudir a eventos culturales u otro tipo de actividad social también aumentan la resistencia de nuestro cerebro ante las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer- y ayudan a prevenirlas».