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Los ¿beneficios terapéuticos? de la meditación, el yoga o el pilates

Los ¿beneficios terapéuticos? de la meditación, el yoga o el pilates

La Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud evalúa la base científica de las llamadas terapias o prácticas terapéuticas alternativas para comprobar si realmente sirvan para todos las propiedades que se les atribuye

Raquel Merino

Málaga

Miércoles, 1 de marzo 2023, 10:50

Meditación, método pilates, yoga, flores de Bach, dieta macrobiótica..., así hasta 13 terapias alternativas han sido evaluadas por el Ministerio de Sanidad dentro de su Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias. La cifra era mucho más elevada. El Gobierno identificó 139 prácticas terapéuticas a las que puso bajo la lupa de la evidencia científica. De estas, Sanidad consideró que 73 debían pasar a considerarse directamente pseudoterapias, ya que para ninguna de ellas se había conseguido identificar ningún estudio científico en la base de datos de bibliografía médica Medline, perteneciente a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. «Por tanto, no había ningún soporte científico que avalara su eficacia y seguridad», como apunta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Mientras, otras 66, sobre la que sí que existen informes científicos publicados, se encuentran en estudio. Trece terapias ya han sido evaluadas y los resultados, como recoge la OCU, han sido dispares: para algunas de ellas los informes concluyen que la escasez de estudios o la baja calidad de los mismos no permite extraer conclusiones sobre la eficacia y la seguridad de dichas terapias, mientras que para otras sí existe evidencia científica a favor de las mismas, al menos en situaciones o condiciones clínicas concretas.

Dentro de este grupo, algunas prácticas llaman la atención ante la popularidad que han cosechado en los últimos tiempos entre sus defensores, que les conceden múltiples aspectos positivos, incluso curativos. Entre los más destacados, se encuentran la meditación, pilates, yoga, dieta macrobiótica, sanación espiritual activa o terapia floral.

Más allá de que no se hayan detectado efectos adversos preocupantes relacionados con estas prácticas y de que se le puedan atribuir ciertos beneficios a nivel emocional o físico, los informes realizados por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud intentan dar una base cientítica y veraz a las mismas basándose en los estudios clínicos que existen en referencia a:

Meditación

Los expertos se han basado en su análisis en la meditación basada en la atención focalizada; en el amor; la bondad y/o la compasión, y en prácticas mixtas de meditación con componentes atencionales, emocionales, y/o religioso/espirituales. La conclusión es que su efectividad es «baja» ya que «existe poca confianza en los resultados obtenidos». Matizan, no obstante, que «las conclusiones no se pueden considerar definitivas debido a la baja calidad metodológica de los estudios a los que han tenido acceso.

El informe sugiere que «la meditación basada en mantras podría producir un efecto beneficioso sobre los niveles de ansiedad, depresión, estrés general y postraumático y calidad de vida relacionada con la salud».

En cuanto a si la meditación resulta efectiva en enfermedades físicas, Sanidad apunta a que «la evidencia también es muy limitada» y de «baja calidad» a pesar de que en algunos estudios hallaron resultados estadísticamente significativos en distintos tipos de dolor, glaucoma, funcionalidad en personas mayores, psoriasis, síndrome de intestino irritable o síndrome metabólico.

Método Pilates

Ya no hay gimnasio que se precie en el que no se ofrezcan clases de pilates y han aumentado en los últimos años los centros especializados en este tipo de entrenamiento físico diseñado para estirar, fortalecer y flexibilizar la musculatura de manera global, partiendo de una elongación y correcta posición de la columna vertebral y una activación desde el «core» (término que hace referencia a la musculatura profunda y estabilizadora del tronco).

Aquellos que aconsejan este método aseguran que ayuda a mejorar el dolor de espalda, tanto lumbar como cervical; o alteraciones en la estructura, como la escoliosis, así como sus beneficios respecto a otras patologías relacionadas, por ejemplo, con el suelo pélvico, neurológicas o metabólicas.

Los resultados del análisis realizado por Sanidad para evaluar la eficacia y la seguridad del método pilates lo deja en bastante buen lugar, sobre todo en la mejora del dolor lumbar y dolor cervical. Según el informe, lo idóneo son dos o tres sesiones de pilates a la semana de entre 45 y 90 minutos.

No obstante, matiza que estos mismos beneficios, tanto en relación a la disminución del dolor y una mejora de la calidad de vida, se obtienen con otras técnicas específicas para tratar patologías de la columna tales como Schroth, McKenzie, ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la espalda o sesiones de fisioterapia. «No existe evidencia de que el método pilates sea mejor que otras técnicas o métodos dirigidos a la mejora de las patologías de la columna». De hecho, en relación a la escoliosis, «parece que el método Schroth ofrece resultados ligeramente mejores que el Pilates», concluye.

Yoga

El yoga es una disciplina milenaria con más de 3.000 años de antiguedad que tiene su origen en un sistema de filosofía india incorporado al sistema ayurvédico de medicina y bienestar. Con la práctica del yoga se busca la unión del cuerpo y la mente mediante la combinación de posturas físicas (conocidas como asanas), ejercicios de respiración (pranayamas), control mental y emocional y técnicas de meditación y relajación.

En la revisión de los estudios científicos, la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud ha evaluado los efectos del yoga en las siguientes condiciones clínicas: cáncer de mama y hematológico, dolor abdominal recurrente infantil, dolor lumbar crónico, enfermedades respiratorias, enfermedades neurológicas, esquizofrenia e incontinencia urinaria.

La conclusión a la que se ha llegado es que «con la evidencia disponible no es posible ofrecer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad del yoga en la mejora de la calidad de vida y en la mejora de los efectos secundarios provocados por el tratamiento en mujeres con cáncer de mama, en la mejora de calidad de vida de pacientes con cáncer hematológico, en la mejora del dolor abdominal en niños y dolor lumbar crónico inespecífico, en la mejora de los síntomas de la epilepsia, en la mejora de la calidad de vida de pacientes con esclerosis múltiple, en la rehabilitación de pacientes con ictus, en la prevención de caídas en pacientes con deterioro neuromuscular, en la mejora de los síntomas del asma o EPOC, en la mejora de los síntomas de la esquizofrenia y en la mejora de la incontinencia urinaria en mujeres».

Sanación espiritual activa

Se trata de una técnica no invasiva de intervención en el «cuerpo energético» de la persona para generar efectos en la parte física y supuestamente restaurar la salud. El llamado «sanador/a» coloca las manos a cierta distancia del paciente, sin llegar a tener contacto físico, para «conectar el cuerpo energético» de la persona con otros «campos espirituales», que tendrían efectos en el apartado celular físico del paciente.

En este caso, las conclusiones del grupo de estudio son claras: esta técnica, para la que no existe ninguna certificación oficial ni homologación en el estado español, «no puede considerarse terapéutica para ninguna indicación clínica en base a la evidencia encontrada». Es más, añaden, que «para un grupo de pacientes con artritis reumatoide leve, el uso de 'sanación espiritual activa' no supuso una mejora significativa de la enfermedad en comparación con el grupo que no recibió el tratamiento».

Otras técnicas

Aunque los defensores de la terapia con 'flores de Bach' (preparados líquidos elaborados mediante maceración o decocción en agua de diferentes plantas y su disolución posterior en alcohol) aseguren que este tipo de productos se usan para mejorar el ''equilibrio energético'' y el estado psicológico y emocional de la persona, Sanidad incide en que ,en la práctica, se están llegando a utilizar para tratar síntomas psicológicos y también físicos.

Ese mismo equilibrio físico y emocional con el objetivo de «mejorar, controlar o curar enfermedades» se persigue con la llamada dieta macrobiótica basada en el consumo de alimentos orgánicos cultivados localmente, vegetales, alimentos integrales y la disminución de grasas, azúcares y alimentos procesados.

Tanto en uno como en otro caso, los análisis efectuados aseguran que «la baja calidad de los estudios identificados no permite extraer conclusiones», por una parte, «sobre la eficacia y seguridad de la dieta macrobiótica en la mejora o control de enfermedades, y de otra, sobre «la eficacia de la terapia floral en el tratamiento de síntomas físicos o psicológicos«.

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