Mascarillas FFP2: cómo distinguir las falsas de las homologadas

Estas mascarillas son más caras que las quirúrgicas, pero tienen una capacidad de filtración mucho mayor, con una eficacia de al menos el 92% frente a virus como la covid-19, aerosoles y polvos tóxicos. Permiten proteger a los demás del contagio, pero también a uno mismo.

Pero como en otros muchos productos, ante el aumento de la demanda surge un mercado paralelo de falsificaciones para aprovechar el tirón del momento. Las mascarillas FFP2 tampoco escapan a esta tendencia, aunque en este caso lo que está en juego es la salud de sus usuarios. Por eso, conviene atender a una serie de recomendaciones para distinguir las homologadas de las falsas.

Las claves para saber si una mascarilla es falsa están en su embalaje o en la propia mascarilla, porque deben llevar impresa una leyenda que las certifica. Es la normativa europea que todo producto debe cumplir. En el caso de las FFP2, tal y como describe el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, deben cumplir con el Reglamento (UE) 2016/425, que es el que regula los productos diseñados y fabricados para ser llevados puestos o ser sostenidos por una persona para protegerse contra uno o varios riesgos para su salud o seguridad.

Según la normativa europea, tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las mascarillas FFP2 deben llevar a la vista lo siguiente:

-Nombre o marca registrada u otra identificación del fabricante o suministrador. Es decir, el nombre o marca del fabricante.

-Número de identificación del producto. Es decir, como el lote de otros productos, pero uno para cada mascarilla.

-Tipo de mascarilla : FFP1, FFP2, FFP3.

-Al lado del tipo, las letras que indican el uso:

-NR: mascarilla no reutilizable

-R: mascarilla reutilizable

-D: mascarilla sometida al ensayo de obstrucción con dolomita

-Referencia a la norma armonizada aplicada: UNE-EN 149:2001+A1:2010 o EN149:2001+AI:2009.

-Símbolo CE, seguido del número del organismo encargado de la certificación del producto.

Y en ese último punto, que es el organismo que certifica la calidad y veracidad del producto, es donde muchos fabricantes de mascarillas falsas cuelan las suyas.

La Comisión Europea tienen en su web el listado de todas estas entidades, con datos sobre ellas. Cada organismo tiene un número de cuatro dígitos. Si la mascarilla tiene al lado de la marca CE uno de esos números, entonces la compra habrá sido acertada.