Un virus ocasiona bronquiolitis a 100.000 niños menores de dos años anualmente

El Comité de Expertos Científicos para el VRS ha trabajado junto a 11 sociedades médicas y de pacientes para elaborar un documento de consenso sobre la estrategia para la prevención y manejo de la bronquiolitis ocasionada por el virus respiratorio sincitial. El objetivo es reducir el impacto de la infección en niños y mejorar su manejo para reducir los costes sociales, económicos y emocionales que genera.

«Es necesario impulsar análisis de la evidencia y fomentar estudios a partir de bases de datos que permitan establecer el impacto de la infección por VRS, establecer condiciones de respuestas más adecuadas de la organización del sistema de salud frente al virus y concienciar a los distintos agentes involucrados de la importancia de su prevención y manejo clínico adecuado», aseguró la doctora Carmen Luna, neumóloga pediatra del Hospital Materno-Infantil Doce de Octubre de Madrid, durante la III Jornada sobre Bronquiolitis en España.

Cada año, 270.000 niños tienen un episodio de bronquiolitis aguda por VRS (BAVRS) y, de ellos, 100.000 son menores de dos años, según la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria. El 80% de los casos de estos casos afecta a los menores de un año, con una duración habitual de los síntomas es de 7-12 días, aunque un 9% puede seguir presentándolos a los 28 días. Estos síntomas ocupan aproximadamente 1,5 millones de consultas de atención primaria cada año y unos 3 millones de días de atención parental para estos episodios.

Grupos con mayor riesgo

«La población que con más frecuencia ingresa son los lactantes sanos de menor edad, en concreto, con menos de 2 meses», dice el doctor Manuel Sánchez-Luna, jefe de Servicio de Neonatología del Hospital G. U. Gregorio Marañón. «A su vez, son los que representan el mayor porcentaje de rehospitalización o fallecimiento. La explicación obedece a que en nuestro medio la población de riesgo está más protegida frente a la población control, y esto es debido principalmente a la adopción de las medidas higiénicas y de inmunoprofilaxis», asegura.

El doctor Sánchez-Luna también advierte que deben mantenerse las medidas de higiene, potenciación de la lactancia materna para todos los lactantes e inmunoprofilaxis en el grupo de mayor riesgo: «el riesgo de desproteger a esta población originaría una mayor morbimortalidad», afirma, citando el estudio que reúne más de 1.300.000 casos de niños menores de 2 años, registrados en la base de datos del CMBD del Sistema Nacional de Salud.

Los bebés de alto riesgo, como los prematuros, o con cardiopatías congénitas o con enfermedades pulmonares crónicas, cuando son hospitalizados por BAVRS tienen un riesgo de mortalidad 17 veces más elevada que los niños sin factores de riesgo, y 4 veces más probabilidades de reingresar.