María Blasco: «El camino para vencer el cáncer pasa por fármacos que vayan contra el tumor de cada paciente»

María Blasco, que es doctora en bioquímica y biología molecular, será presentada por el jefe de oncología médica de los hospitales Regional y Clínico y catedrático de esa especialidad en la Universidad de Málaga, Emilio Alba. El encuentro será moderado por el periodista Pedro Luis Gómez. En esta entrevista, María Blasco asegura que el camino para hacer frente al cáncer pasa por contar con fármacos que vayan contra las alteraciones del tumor de cada paciente. Asimismo, indica que «si fuéramos jóvenes durante más tiempo tendríamos menos cáncer».

-Entender por qué envejecen las células del ser humano es clave para hacer frente a las enfermedades, ¿verdad?

-Nosotros trabajamos para entender los mecanismos de por qué nuestras células envejecen. Eso está en el origen de muchas enfermedades. Se ha visto que el Covid-19, que lo produce el virus SARS-CoV-2, mata más y acelera la gravedad en las personas mayores. Los pacientes que desarrollan un Covid más severo tienen un envejecimiento de las células más acelerado. Muchas de las secuelas del coronavirus son enfermedades degenerativas, del pulmón, el riñón, etcétera.

-En ese proceso, ¿tiene que ver la inmunosenescencia?

-La inmunosenescencia también puede tener que ver, ya que es el envejecimiento del sistema inmunológico y podría contribuir a que seamos menos capaces de controlar las infecciones provocadas por virus y bacterias. Aunque nuestro trabajo no va por ahí, sino que hace referencia a que cuando las personas controlan el virus del Covid siguen teniendo enfermedad. Algunos pacientes sufren fibrosis del pulmón, dolencias de riñón, problemas neurológicos e, incluso, parece que gente que ha tenido Covid presenta más riesgo de alzhéimer en el futuro.

-¿Hay alguna forma de que esas personas mayores puedan hacer frente mejor al coronavirus?

-Contamos con la vacuna, que favorece que el sistema inmunológico sea capaz combatir el virus y que tenga menos opciones de progresar. Los anticuerpos que proporciona la vacuna van a intentar bloquearlo.

-¿Qué mensaje lanza usted como científica a los que rechazan la vacuna del Covid?

-Hay muchos tipos de vacunas. No sé por qué hay tanta oposición a la del coronavirus cuando todos estamos vacunados contra otras muchas enfermedades.

-Tal vez porque es una vacuna que ha salido al mercado en menos de un año.

-Pero eso no significa que las cosas se hayan hecho deprisa y corriendo. Se han hecho con urgencia, pero hay que dejar claro que las investigaciones que han dado lugar a esta vacuna se venían llevando a cabo desde hacía décadas. ¿Por qué ha sido todo tan rápido? Porque es una pandemia mundial. No habíamos visto nada parecido nunca. Es algo que estaba paralizando la economía mundial y matando a millones de personas. Los gobiernos han invertido mucho para acelerar el desarrollo de las vacunas.

-Entrando en su campo de trabajo, ¿puede explicar qué son los telómeros?

-Son unas estructuras que protegen nuestro ADN, que es el material genético. Al final de las moléculas de ADN hay unos capuchones que son los telómeros. Para comprenderlo mejor, son como el plástico que hay al final del cordón de un zapato. El cordón serían los genes y el plástico del final, los telómeros, cuya misión es proteger. A medida que nuestras células se multiplican para regenerar los tejidos, los telómeros se van haciendo más cortos. Cuando son muy cortos, esa célula es incapaz de reproducirse más; se convierte en una célula vieja, digamos. Eso hace que aparezcan las enfermedades y, en última instancia, la muerte.

-¿Y qué es la telomerasa y qué papel juega para alargar los telómeros?

-La telomerasa es una proteína cuya actividad es la de alargar los telómeros. Coge un telómero corto y lo realarga. Normalmente, no está presente en el organismo adulto. El trabajo de alargamiento de los telómeros lo hace cuando somos embriones. En mi grupo de trabajo lo que estamos haciendo es utilizar esa telomerasa para alargar los telómeros en el organismo adulto y así ser capaces de curar enfermedades degenerativas y alargar la vida. Lo hemos comprobado con ratones de laboratorio, que viven más tiempo jóvenes y sin enfermedades.

-Hasta el momento, todo se ha realizado con ratones. ¿Cuándo está previsto hacerlo con humanos?

-El año pasado se fundó una compañía, cuyo objetivo es llevar este trabajo a humanos, es decir, hacer medicamentos para dar tratamiento a pacientes de fibrosis pulmonar y renal, en principio, aunque también podría servir para personas con secuelas de Covid en los pulmones y en los riñones. Eso está un poco por ver. El paso para aplicar esta investigación a humanos será muy corto, porque ya hay una compañía con ese objetivo.

-Si se lograse alargar los telómeros en las personas, a través de la telomerasa, se podría vivir más años, aunque no se alcanzase nunca la inmortalidad.

Pensamos que sí. En ratones ya lo hemos hecho y se ha conseguido que un ratón de mediana edad viva un 24 por ciento más. Es decir, que se puede frenar el envejecimiento y alargar el tiempo de juventud.

-Lo que usted dice es que el ser humano puede retrasar el envejecimiento y vivir más tiempo joven, lo que hará que esté más sano y haya menos enfermedades.

-Claro. Exacto. Así es.

-¿Hay a medio y largo plazo esperanzas de que haya avances curativos en el cáncer?

-Cánceres hay tantos como pacientes con cáncer, porque incluso el mismo tumor en dos personas es diferente, ya que ha tenido una historia de mutaciones. Cada día hay más tratamientos personalizados. Según las alteraciones que tenga el tumor de un enfermo se le da una combinación de fármacos u otra. Aunque aún queda mucho por hacer y por investigar, ese es el camino: contar con fármacos que vayan contra las alteraciones del tumor de cada paciente. Y tener varios medicamentos, porque muchas veces se cura un tumor y luego surge otro.

-El envejecimiento es uno de los factores que propician la aparición del cáncer. ¿Qué están investigando en ese sentido?

-En el cáncer hay dos cosas. Una es cómo prevenirlo. Para empezar, hay que tener hábitos de vida que no sean tóxicos, porque eso acelera el envejecimiento y el acortamiento de los telómeros. Además, nosotros hemos visto en animales de laboratorio que si mantenemos los telómeros largos durante más tiempo hay menos cáncer. En definitiva, si fuéramos jóvenes durante más tiempo tendríamos menos cáncer, porque nuestras células sufrirían menos daño y habría menos riesgo de padecer un tumor. El cáncer es una enfermedad asociada al envejecimiento.