Parestesia, síndrome de fuga capilar y otros efectos secundarios extraños de las vacunas contra el Covid

Dolor en el lugar de la inyección, sensación de cansancio, cefalea, mialgia, artralgia o dolor articular, escalofríos, fiebre, náuseas y vómitos son las reacciones adversas más comunicadas por la población tras la administración de las distintas vacunas contra el Covid.

Pero, además de estos efectos secundarios considerados comunes, los informes de farmacovigilancia que de manera periódica publica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), también recogen aquellos notificados que, aún siendo poco habituales y darse con una «frecuencia rara», tienen la suficiente relación causal con las vacunas contra el coronavirus como para que sean sometidos al estudio del Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento y, por ende, de su homóloga en España. Una vez realizado este seguimiento, si existen suficientes evidencias de su relación con las vacunas, estos organismos piden que se incluyan en la ficha técnica y el prospecto del medicamento como una reacción adversa ligada al mismo.

Se trata de inflamaciones del corazón que pueden presentar síntomas muy diversos, aunque los más frecuentes son dificultad para respirar, palpitaciones que pueden acompañarse de ritmo cardiaco irregular y dolor en el pecho.

La conclusión a la que ha llegado el Comité Europeo de Farmacovigilancia (PRAC) tras evaluar datos recientes es que «el riesgo global de sufrir estas dos posibles reacciones adversas es muy raro, lo que significa una frecuencia de aparición de, como máximo, una de cada 10.000 personas vacunadas», siendo más probable en hombres jóvenes. Tanto la miocarditis como la pericarditis pueden aparecer pocos días después de la inyección, principalmente en los primeros 14 días, y se han observado con mayor frecuencia tras la segunda dosis.

En la ficha técnica de ambos medicamentos se señala que «todavía no se ha caracterizado el riesgo de miocarditis después de una tercera dosis de Comirnaty».

Según apunta la Aemps en el último Informe de Farmacovigilancia de las vacunas contra el Covid, publicado el 23 de febrero de este año, la inflamación de los ganglios linfáticos representan el 22% de las reacciones adversas notificadas tras la administración de la tercera dosis de Pfizer, en concreto, 62 de las 282 notificaciones recibidas.

En el 12 Informe de Farmacovigilancia de las vacunas Covid (publicado el 26 de enero de 2022) se habla de este nuevo efecto secundario relacionado con la dosis de Moderna. La parestesia es un trastorno de la sensibilidad que se manifiesta con sensaciones anormales sin estímulo previo, como el hormigueo. La Aemps apunta a que puede aparecer tras la administración de Spikevax (Moderna) aunque con «una frecuencia rara» y con mayor probabilidad a partir del tercer día de la vacunación.

«Aunque el número de casos es muy bajo», como especifica la Aemps, se han notificado casos de mielitis transversa tras la administración de las vacunas de Vaxzevria (AstraZeneca) y Janssen. Este trastorno neurológico raro se caracteriza por una inflamación de uno o ambos lados de la médula espinal, que a menudo daña la capa de mielina que cubre las fibras nerviosas. Puede manifestarse por debilidad en brazos y piernas, síntomas sensoriales (como hormigueo, entumecimiento, dolor o sensación de pérdida del dolor), o problemas funcionales de la vejiga o intestinos.

Son varios los efectos secundarios relacionados con las vacunas de Vaxzevria (AstraZeneca) y Janssen que se engloban dentro de alteraciones de la coagulación, eso sí, con una frecuencia muy rara. Por una parte, el prospecto de ambas profilaxis recoge el síndrome de trombosis (formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos) con trombocitopenia (niveles bajos de plaquetas en la sangre) en algunos casos acompañado de hemorragia. Esto incluye casos graves de trombosis venosa en localizaciones inusuales como la trombosis de senos venosos cerebrales, trombosis de venas esplácnicas, así como trombosis arterial concomitante con trombocitopenia. Estos casos ocurrieron dentro de las tres primeras semanas después de la vacunación, y mayoritariamente en personas menores de 60 años de edad.

De otra, refleja casos de tromboembolismo venoso, un trastorno que incluye trombosis venosa profunda y embolias pulmonares; y la trombocitopenia inmune, un alteración que puede llevar a que se presenten moretones y sangrado fácil o excesivo tras la inyección.

Se trata de una enfermedad grave y muy poco frecuente que provoca una fuga de líquido de los pequeños vasos sanguíneos (capilares), lo que da lugar a una rápida hinchazón de brazos y piernas, un aumento repentino de peso, sensación de desmayo, espesamiento de la sangre, niveles bajos de albúmina (una importante proteína de la sangre) y baja presión arterial.

En un principio, se relacionó este síndrome con las vacunas de Vaxzevria (AstraZeneca) y Janssen, pero recientemente la Agencia Europea del Medicamento (EMA) pidió que se añadiera esta reacción adversa en el prospecto y la ficha técnica de la vacuna de Spikevax (Moderna).

El eitema multiforme, notificado en algunos pacientes tras recibir las vacunas de Pfizer o Moderna, consiste en una reacción de hipersensibilidad alérgica, con lesiones cutáneas de forma redondeada. También puede afectar a las membranas mucosas de las cavidades internas del cuerpo.

Tras la vacunación con AstraZeneca o con Janssen se han dado, de manera ocasional, un trastorno poco frecuente en el cual el propio sistema inmunitario de una persona daña sus neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis conocido como Síndrome de Guillain-Barré. Por ello, la Agencia del Medicamento lanzaba una advertencia solicitando a las personas que después de recibir alguna de estas inyecciones presenteara debilidad en las extremidades o en la cara; dificultades de coordinación en el movimiento, al caminar o mantenerse en pie; dolor y hormigueo en extremidades; dificultad para hablar, masticar o tragar; visión doble o dificultad para mover los ojos, entre otros síntomas, buscaran asistencia médica con la mayor celeridad posible.

Se encuentran aún en evaluación después de que varios estudios hayan sugerido un aumento en la frecuencia de trastornos menstruales tras las inyecciones de Pfizer y Moderna, principalmente en lo que se refiere a la cantidad de sangrado o a la duración del ciclo. Aunque en un principio se descartó la vinculación entre las vacunas contra el Covid y los problemas con el periodo notificados por muchas mujeres, la nuevas investigaciones al respecto han llevado al Comité Europeo de Farmacovigilancia (PRAC) a iniciar una nueva evaluación para confirmar o descartar una posible relación, y valorar y poner en contexto toda la información disponible al respecto.

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