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¿Por qué se aconseja aislar a las mascotas de las personas infectadas por la viruela del mono?

Tanto Sanidad como el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades aconsejan que los animales de compañía de los contagiados, incluso de sus contactos estrechos, guarden también cuarentena

Raquel Merino

Málaga

Viernes, 27 de mayo 2022, 00:34

El Ministerio de Sanidad publicaba hace apenas unos días un protocolo con una serie de pautas de actuación para prevenir los contagios por la viruela del mono, detectar a los enfermos que ya están infectados y tratar a los que experimentan síntomas. Entre las medidas recomendadas por el Gobierno se encuentra la de que personas infectadas por este virus «eviten el contacto con animales silvestres o domésticos», por lo que «las mascotas deben ser excluidas del entorno del/la paciente». Una medida que apoya también el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) que, en un informe de riesgo sobre el brote de la viruela del mono que sufre Europa, aconseja que las mascotas de los contagiados, incluso de sus contactos estrechos, guarden también cuarentena y se sometan a pruebas hasta que la enfermedad deje de ser transmisible, concretamente, hasta que las pústulas de las personas infectadas se sequen y las costras caigan.

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La viruela del mono es una zoonosis viral, es decir, se trata de una enfermedad provocada por un virus transmitido de los animales a las personas. En África, se han descrito infecciones humanas resultantes de la manipulación de monos, ratas gigantes de Gambia o ardillas infectados, y se considera que los roedores son el principal reservorio del virus. Entonces, ¿por qué se extiende la recomendación de aislamiento a todos los animales de compañía, principalmente las mascotas mamíferas? El motivo es el temor a que se inicien cadenas de transmisión entre animales que lleguen a la fauna silvestre europea y puedan provocar que la viruela del mono deje de ser un brote y se convierta en una enfermedad zoonótica endémica en Europa, como ya ocurre en la República del Congo, lo que supondría que podría no irse nunca del continente. Una enfermedad es endémica cuando está presente de forma continuada en una población en un área geográfica determinada.

«Existe un riesgo potencial de transmisión de personas a animales, por lo que es necesaria una estrecha colaboración entre las autoridades sanitarias y veterinarias, trabajando desde una perspectiva de salud global para atender a las mascotas expuestas», explica el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, que alude a un mayor riesgo con los roedores domésticos, como los hámsteres y distintos tipos de ratas. No obstante, precisa que «aunque posible», el salto del virus del mono de los humanos a los animales domésticos es «muy poco probable».

Este organismo sugiere que, en el caso de los roedores, lo ideal sería que permanecieran aislados en espacios vigilados como laboratorios, espacios gubernamentales o dependencias de organizaciones de protección de animales, donde debería sometérseles a pruebas PCR antes del fin de la cuarentena.

Mientras que en el caso de otros animales de compañía mamíferos, considera que la cuarentena la pueden pasar en casa si las condiciones lo permiten, aludiendo, por ejemplo, a que se disponga de espacios cercados en el exterior para sacar a los perros, así como acceso a servicios veterinarios. Desaconseja, al mismo tiempo, las visitas de terceras personas al hogar, así como la salida de los animales de los domicilios o de espacios debidamente acotados.

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