Dr. Javier Pagonabarraga
Domingo, 19 de febrero 2017, 09:30
La enfermedad de Párkinson no sólo provoca dificultades en la movilidad, sino que también ocasiona trastornos del estado de ánimo y de la conducta. Entre 1-3 años antes de empezar a notar temblor o enlentecimiento, hay muchos pacientes que ya presentan síntomas de ansiedad, tristeza o irritabilidad.
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Los tratamientos dopaminérgicos para mejorar la movilidad pueden también mejorar los cambios de humor pero, si a pesar de haberse empezado el tratamiento, estos problemas persisten se hace necesario, en muchas ocasiones, el uso de fármacos antidepresivos o ansiolíticos de manera combinada.
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