Ángeles García Antón
Viernes, 25 de noviembre 2016, 18:08
La muerte de un ser querido es siempre un acontecimiento estresante. Se llama duelo al proceso de adaptación que permite restablecer el equilibrio personal tras la muerte del ser querido. Aquí detallo algunas recomendaciones:
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La tristeza es un sentimiento lógico y difícil de abordar. Dese tiempo. Cada persona tiene su ritmo y necesita un tiempo diferente para adaptarse.
Permítase estar en duelo. Impóngase pequeñas obligaciones diarias que impidan su aislamiento e intente realizar actividades gratificantes.
Mantenga una alimentación adecuada y haga ejercicio, le ayudará a relajarse
Acepte la realidad de la pérdida, hable con normalidad de cómo se produjo la muerte, de su tristeza, no le importe volver a contar lo que ocurrió, etc.
Busque el apoyo de familiares y amigos, es importante en esta etapa y si lo considera preciso, el de profesionales que le ayuden a afrontar la situación.
Deje que surjan los recuerdos y compártalos. El duelo invita a recordar, no a olvidar a la persona querida.
Exprese sus emociones y sentimientos. Es normal que tenga sentimientos de culpa, soledad, tristeza, alivio, ansiedad, etc. No se avergüence por llorar, recuerde que lo que le ocurre es normal en su situación.
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Intente distraerse y realice actividades que le ayuden a adaptarse a la nueva situación.
Disfrute de los momentos agradables y alegres sin sentirse culpable. Recuerde que tiene un proyecto de vida propio y derecho a ser feliz.
Permítase volver a vivir.
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